Los desafíos en materia de salud son diversos y van más allá de atender enfermedades, pues incluso en situaciones naturales como el embarazo, las mujeres están expuestas a múltiples riesgos. Uno de ellos son las infecciones causadas por hongos, virus y bacterias, las que con frecuencia se adquieren en la comunidad, así como en los hospitales.
Antes, durante y después del periodo de gestación es necesario poner atención ante cualquier síntoma que presente la embarazada, advirtió Isabel Villegas Mota, jefa de la Unidad de Enfermedades Infecciosas y Epidemiología del Instituto Nacional de Perinatología (Inper).
Destacó la dificultad que implica el diagnóstico de las infecciones porque los síntomas suelen desestimarse y en no pocas ocasiones se confunden con otros problemas de salud.
El asunto es que son frecuentes, pero prevenibles. Alrededor de 45 por ciento de las embarazadas presentan alguna infección en vías urinarias, por vaginosis y otras más severas que llegan a provocar sepsis, la cual es una respuesta descontrolada del organismo frente a una infección. Esto puede ocasionar daños en otros órganos y en los casos más graves, la muerte de la mamá y el producto.
Se conoce poco, pero el periodo de gestación es un factor de riesgo para adquirir alguna infección. De hecho, van de la mano, aseguró la especialista, quien por su trabajo en el Inper fue reconocida con el Premio Nacional de Calidad en el área Gestión en Calidad y Seguridad de la Atención de la Salud, otorgado por la Secretaría de Salud (Ssa).
El binomio embarazo-infección fue evidente durante la pandemia de covid-19 y antes en la de influenza A/H1N1 (2009). El mayor desafío para los médicos es que los síntomas de la infección respiratoria se confunden con los del embarazo, como el cansancio, mareo, aumento de la presión arterial y amenazas de parto.
Cuando no se realiza el diagnóstico, el embarazo se complica, pero también es posible que los malestares sean causados por alguna infección. Si la mujer acude a los servicios médicos, se identifica y se puede resolver.
Villegas Mota comentó que en el Inper, durante la pandemia de covid-19 y como resultado de una búsqueda activa mediante pruebas de detección del coronavirus, se encontró que una de cada cuatro embarazadas que llegaron al hospital salían positivas al virus SARS-CoV-2.
Las mujeres llegaban con datos de preclampsia, presión arterial elevada principalmente, pero que estaba asociada a covid-19. Aunque desde el Inper se difundió la información al respecto, a nivel nacional la enfermedad se convirtió en la principal causa de muerte materna en los años de la pandemia. La incidencia del padecimiento y las defunciones disminuyeron cuando llegaron las vacunas, recordó la experta.
En entrevista, explicó que la mayor susceptibilidad de la embarazada a las infecciones se debe a los cambios fisiológicos que se presentan en este periodo. De entrada, explicó, la parte anatómica. El crecimiento del útero va comprimiendo el tórax y eso cambia la dinámica de la respiración.
Si la mujer adquiere una enfermedad como influenza o coronavirus, puede ser más grave para ella que para cualquier otra persona.
Otros cambios que se dan durante la gestación son los de tipo vascular. El flujo sanguíneo se redistribuye para cubrir la mayor necesidad de oxígeno para el bebé. Eso provoca que se descuiden otros órganos, que quedan vulnerables frente a alguna infección.
También existen factores del sistema de defensas del organismo, el cual cambia para no rechazar al bebé. La especialista recordó que el producto lleva la mitad de genes extraños, que no son de la mamá, por lo que podría haber un rechazo. Esto no ocurre por el cambio inmunológico, lo que a su vez deja a las mujeres más susceptibles a infecciones.
Dependiendo del periodo de la gestación en que se presenten, es el nivel de daño que pueden causar a la mamá y su hijo. Va desde provocar un aborto en el primer trimestre hasta malformaciones congénitas si es el periodo de la formación de órganos en el feto o que el bebé nazca con alguna enfermedad.
Estas últimas se ven con frecuencia en el Inper, centro de referencia especializado en el manejo de embarazos de alto riesgo.
En otras ocasiones, las infecciones se adquieren en el hospital. Hasta la mitad de los bebés en el área de terapia neonatal adquieren alguna bacteria. Así que, además de hacer el trabajo para que crezcan y puedan estar sanos, los médicos, y en particular la doctora Villegas, son responsables de la prevención de las infecciones.
A la especialista le toca vigilar que los productos para el lavado de las manos y la desinfección ambiental sean los más adecuados, entre otros aspectos.