Madrid. Los obispos españoles, reunidos en una asamblea extraordinaria en el seno de la Conferencia Episcopal Española (CEE), acordaron pedir un “perdón” público por las más de 400 mil violaciones y abusos sexuales perpetrados en el seno de la iglesia católica en las últimas décadas. El pronunciamiento de los obispos, inédito hasta ahora, es la respuesta al informe presentado por el Defensor del Pueblo español, el socialista Ángel Gabilondo, ante el Congreso de los Diputados, en el que relató numerosos casos de abusos y advirtió de la impunidad vigente de numerosos victimarios, que todavía pertenecen a la estructura de la institución religiosa.
El informe del Defensor del Pueblo provocó una reacción inmediata de la CEE, que mantuvo una reunión a puerta cerrada de más de diez horas y que finalizó al borde de las doce de la noche, en la que decidió finalmente asumir su responsabilidad en su connivencia y responsabilidad directa en los centenares de miles de casos de abusos sexuales en los que están involucrados sacerdotes, feligreses y miembros de la Iglesia católica, que tuvieron sobre todo a víctimas menores de edad, de los cuales más de un 60 por ciento eran de sexo masculino.
La CEE expresó así su “dolor por el daño causado por algunos miembros de la Iglesia”, y se han mostrado abiertos a “trabajar conjuntamente en la reparación integral de las víctimas y profundizar en los caminos para su protección, su acompañamiento y la prevención de los abusos”.