Ciudad de México. El jefe de Gobierno, Martí Batres, inauguró la Ofrenda Monumental de Día de Muertos en el Zócalo, la segunda plancha más grande del mundo, dedicada este año a Pancho Villa y las mujeres y hombres que construyeron la División del Norte, que desde esta noche es recorrida por capitalinos y visitantes.
El revolucionario del pueblo era un hombre de iguales entre los iguales, un poco por eso es que se le dedicó la ofrenda al “Centauro del Norte”, en la cual también hay un ferrocarril, porque en éste se movieron los villistas para hacer la Revolución por todo el país.
Ojalá que a nuestros ancestros villistas a quienes recordamos con amor y con cariño, les guste la ofrenda que en su honor y recuerdo les hemos preparado aquí, en el centro de la Anáhuac para conmemorar a nuestros muertos y celebrar la vida y la lucha permanente por la justicia que otros, hoy muertos, nos enseñaron a dar.
El director del Fondo de Cultura Económica, Paco Ignacio Taibo, señaló que Pancho Villa es para los mexicanos una memoria activa y viva del hombre que durante la revolución de 1910 a 1920 significó la construcción del ejército del pueblo más importante que habido en la historia de América Latina.
Destacó que, es el personaje que nos llenó de anécdota, pues cuando fue gobernador de Chihuahua fundó más escuelas en un mes de las que había en todo el estado, abrió los trenes de la División del Norte en Irapuato para entregarle a los maestros de escuela parte de los víveres que traía la división del Norte.
Villa no sólo fue el gran caudillo militar de la batalla de Zacatecas, las dos batallas de Torreón, Gómez Palacio y Lerdo, las batallas para conquistar a Chihuahua y sobretodo la sorprendente batalla de Ciudad Juárez.
También es el hombre que montaba una yegua que era inmortal, a la que le metieron tres tiros y sin embargo siguió cabalgando para salvarle la vida: la famosa “Siete Leguas”, que las malas canciones la han vuelto el siete leguas el caballo, pero “ni madres, siete leguas la yegua”, que condujo a Villa a la fuga de los que lo estaban persiguiendo.
Recordó que, es el hombre que juro lealtad eterna a Madero y que fue incapaz de impedir el golpe, pero si de ejercer la venganza contra los asesinos de Madero y las hordas dirigidas por el dictador Victoriano Huerta.
Se trata, dijo, de un Villa que en la memoria colectiva de todos los mexicanos o de buena parte de ellos porque no sobran mexicanos reaccionarios que son incapaces de reconocer su grandeza, quien ya retirado consideró que un maestro debería ganar lo mismo que un general y esa frase se ha quedado en los aires acompañando a todos los mexicanos.
Era un hombre que tenían más sombreros que zapatos y al que le gustaban las bodas incluso las propias, porque se casó unas 16 o 17 veces y era un personaje que condenó con pena de muerte la violación de mujeres en los grandes asaltos.
O que decretó la Ley Seca en los momentos de las grandes victoria, hoy somos la memoraia de Villa y la pregunta insistente que se venido haciendo nuestro país desde que la 4T tomó el gobierno de este país es de dónde venimos, quiénes somos y para dónde vamos y hoy podemos decir con orgullo y placer que somos hijos de Pancho Villa, puntualizó.
La secretaria de Cultura, Claudia de Icaza, señaló que la inauguración de la Ofrenda se retrasó un día y medio, debido a las lluvias, pues fue realizada por cartonería por el Taller de Arte Xibalbá.