El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró ayer que su compromiso es que Acapulco va a volver a estar de pie y dijo que se deben iniciar lo más pronto posible los trabajos de reconstrucción, al tiempo que desmintió las versiones de que su gobierno no esté atendiendo a la población afectada.

Estamos actuando como nunca se había hecho, estamos en muy poco tiempo enfrentando los problemas que ha dejado este huracán, sostuvo en una transmisión desde Palacio Nacional a través de redes sociales, en la que encargó al secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, poner especial atención en la seguridad y que se instalen retenes para evitar robos en la región afectada.

Tras señalar que hay presupuesto suficiente para atender el desastre y apoyar a la población, López Obrador se contactó vía telefónica con integrantes de su gabinete, equipo que se encuentra en la zona de desastre, y explicó que él no acudirá a Acapulco a menos que sea necesario, porque no quiere que las labores de emergencia se conviertan en un espectáculo.

Frente a las críticas que ha recibido por este motivo, dijo: No estoy porque creo que ayudo más coordinando desde aquí todas las acciones, todo lo que se requiera, y si es necesario, voy a ir, pero no quiero hacer de esto un espectáculo.

Luego de lamentar la pérdida de vidas, el jefe del Ejecutivo se dirigió a la población afectada y prometió que no van a quedarse sin el apoyo, no van a quedarse desamparados, vamos a apoyar a todos los que perdieron sus viviendas, sus enseres domésticos, sus aparatos electrodomésticos,

Dijo que se enviarán más despensas, que se ampliarán los programas de Bienestar y que pidió a banqueros para que se otorguen créditos baratos a los damnificados.