Monterrey. Integrantes y familiares del colectivo Buscadoras Nuevo León colocaron un altar de muertos en la Plaza de los Desaparecidos, ubicada en Zaragoza y Washington, a unos metros del Palacio de Gobierno, para honrar a familiares y compañeras fallecidas.
En el altar, las madres buscadoras incluyeron a 28 personas desaparecidas cuyos cuerpos ya fueron localizados, a Julissa Mateos López, ex consejera del colectivo y a Josefina Flores Lucio, quien murió hace dos meses sin encontrar a su hijo.
Este es el tercer año consecutivo que las Buscadoras Nuevo León instalan el altar en la Plaza de los Desaparecidos, para preservar la memoria y hacer un recordatorio a las autoridades de que todavía tienen esta asignatura pendiente.
María de Lourdes Huerta Tarrega, representante del colectivo Buscadoras, informó que la ofrenda colocada en la Plaza de los Desaparecidos, en el centro de Monterrey, incluyó a 28 personas que han sido localizadas sin vida, así como a una madre que falleció sin encontrar a su hijo y una compañera que fue consejera de la organización.
“Bueno el hecho de colocar el altar es honrar la memoria de quienes ya fueron localizados (sin vida), en este caso son 28 personas que son del colectivo de Buscadoras, este año ya regresaron cuatro más, hay una compañera que era una consejera del colectivo y una mamá que hace dos meses falleció, se fue sin encontrar a su hijo”, comentó Huerta Tarrega.
Además, Huerta comentó que el colectivo no pierde la esperanza de encontrar a los que faltan, sin embargo, los rostros pintados en las paredes de la plaza han ayudado a localizarlos y el hecho de ponerlos en el altar es hacer notar que el gobierno del Estado tiene una deuda con las familias de quienes han sido encontrados sin vida y de las personas que aún faltan por encontrar.
Ante la falta de apoyo de las autoridades, Huerta Tarrega dijo que el colectivo se ha caracterizado por buscar esa colaboración entre ambos, a base de capacitaciones y talleres que les han permitido conocer la ley para poder exigir al gobierno que tome acciones que ayuden a la búsqueda.
A raíz de capacitaciones y talleres que hemos tomado, hemos aprendido como sí se pueden hacer las cosas y ya no nos pueden decir tan fácil que no se puede, porque ya sabemos el camino.
“Las familias hemos tenido que aprender cómo sí exigirles, cómo sí tenemos el derecho de ser escuchadas y que se hagan las acciones que se tengan que hacer de búsqueda”, señaló la activista.