Panamá. Las protestas multitudinarias en Panamá continuaron este viernes para presionar al gobierno a que rescinda un contrato minero millonario para extraer cobre por al menos otros 20 años más cobre de una zona boscosa, pese al anuncio del presidente Laurentino Cortizo de suspender futuras concesiones mineras.
Tras cinco días de movilizaciones, en las que panameños críticos con la estrategia minera del gobierno, han cerrado carreteras y se han concentrado en varios puntos de Ciudad de Panamá y en otras provincias del interior, Cortizo emitió este viernes un mensaje a la nación en un intento de suavizar el ambiente de crispación social.
Aseguró el presidente que serán “rechazadas de plano todas las solicitudes de minería metálica nuevas y también aquellas que están en trámite” y ofreció que la prohibición sea efectiva desde el mismo viernes, dejando firmado un decreto ejecutivo en cadena nacional.
Sin embargo, las protestas se mantuvieron en las calles contra el acuerdo firmado y ya avalado por el Legislativo con con la filial de la minera canadiense First Quantum Minerals ya que, según sus detractores, pone en riesgo el medioambiente del país y fuentes de agua cercanas que se usan para consumo humano.
Según el contrato, la empresa tiene derecho a extraer y vender cobre y otros minerales afines durante 20 años, prorrogables a 20 más, en una zona de extracción a cielo abierto en un área boscosa.
“Panama se hartó. Ya es hora de que el pueblo panameño despierte, se informe de lo que está sucediendo en el país”, dijo a The Associated Press Nicole Mattheus, una estudiante de medicina de 20 años. “Mira cómo se están secando los lagos, la gente sufre por el desabastecimiento del agua y el Estado le está dando ese recurso a la empresa. Tampoco se está reforestando lo destruido”, apuntó la joven, en una de las marchas de la capital.
Por momentos, las movilizaciones han tenido episodios en la última semana de enfrentamientos con la policía, que utilizó gases lacrimógenos. Algunos establecimientos han cubierto sus puertas y ventanas con grandes planchas de madera como un intento de protegerse contra posibles destrozos.}
En la tarde de este viernes, la marcha convocada por jóvenes desde las redes sociales recorría la calle 50, una de las más conocidas en el sector bancario de la capital del país y otrora sitio de lucha contra el pasado régimen militar a fines de los años 80.
“Por mis hijos, por el agua, por la vida... No a la minería”, se leía en un cartel que alzaba una mujer joven que caminaba en la marcha.
Los jóvenes convocantes advirtieron que seguirán en las calles. En tanto, el líder del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción, Saúl Méndez, dijo que la demanda del pueblo en la calle es derogar la ley 406 que recoge el contrato entre el Estado y Minera Panamá, la filial de la compañía canadiense, y cerrar la mina.