En un primer recuento, el devastador paso de Otis (huracán categoría 5) por Acapulco y zonas aledañas cobró la vida de 27 personas y se reportan tres desaparecidas, amén de la destrucción de buena parte del puerto, en donde solo 14 por ciento de su población oficialmente no es pobre ni vulnerable, es decir, que 86 por ciento de los acapulqueños sí lo es (el dato es del Coneval y corresponde a 2020).
Ni los expertos más destacados del Servicio Meteorológico Nacional ni de otras instituciones internacionales dedicadas a esos menesteres previó que en cuestión de unas cuentas horas Otis pasara de tormenta tropical a monstruoso huracán categoría 5 (el más letal en la escala respectiva, con vientos superiores a 252 kilómetros por hora, pero en el caso que se comenta fueron de entre 270 y 330 kilómetros por hora), y no lo hicieron porque se trató no solo de un fenómeno atípico, sino que su mutación se registró en un breve lapso.
La Jornada reseña que “cinco expertos en huracanes dijeron que no estaban del todo seguros de qué fue lo que detonó el fortalecimiento de Otis y por qué no se vaticinó, en particular luego de que los meteorólogos han mejorado drásticamente sus pronósticos de intensidad en los últimos años. Los modelos se equivocaron por completo, dijo Kerry Emanuel, experto en huracanes y profesor de ciencias atmosféricas del Instituto de Tecnología de Massachusetts. Ellos apuntan a la falta de datos sobre la tormenta y a que no se comprende del todo qué es lo que hace que una tormenta actúe como si consumiera esteroides”. Se trata del huracán más potente y nunca visto en el país
( La Jornada).
Así es, los expertos no se explican el fenómeno, no encuentran explicación, simplemente es una locura
, dice uno de ellos, pero la oposición carroñera resultó ser más experta que los expertos y se ha dedicado a mercar políticamente con la tragedia, con los muertos, con la devastación, con lo que sea en su intento por golpear y destacar en el panorama nacional, aunque lo único que logra con esa actitud es confirmar, por si hubiera duda, su falta de ética, de empatía con los mexicanos y su decidida intención de mentir y traficar con la desgracia.
Con su tradicional alud de noticias falsas, la oposición quiso ganar la marquesina: dieciséis muertos en un hospital del IMSS
, que nunca existieron; incapacidad gubernamental para atender financieramente las urgencias de los damnificados
; López Obrador sólo fue a sacarse la foto
; el gobierno no alertó a la población
y decenas más, una más podrida que la anterior y así sucesivamente, lo que llevó al mandatario mexicano a calificar esa práctica de desinformación mal intencionada y politiquera; todavía no pasaban los efectos del huracán y ya estaban nuestros adversarios, que son muy deshonestos e inmorales
.
Recursos hay, dijo López Obrador, y no se trata de fideicomisos, sino de fondos para atender las emergencias; cuando el pueblo de México necesita apoyo se puede utilizar todo el presupuesto público, no hay límites. Tenemos recursos para eso, garantizado
.
El subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, lo adelantó ante lo senadores de la República: el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) cuenta con 18 mil millones de pesos. Además, el Ejecutivo federal tiene seguros catastróficos y otros recursos para atender emergencias, como la ocurrida en Guerrero; el diseño institucional de este fondo (en proceso de extinción) tiene dos componentes: la acumulación de reservas de efectivo (que usualmente se conoce como el ahorro del fondo) y un sistema de gestión financiera pública para pagar facturas de obras de reconstrucción
; lo que se retiró fue al administrador del Fonden, que era Banobras. Ahora se transfieren los recursos a los ejecutores” ( La Jornada, Georgina Saldierna y Andrea Becerril).
Pero, ¡desparecieron el Fonden!
, gritan los carroñeros. En gobiernos anteriores, ¿a qué se destinaba ese fondo? Lo detalló López Obrador: era una caja chica, o muy grande, de los políticos corruptos; los recursos acumulados no llegaban a los afectados; todo mundo hablaba de eso, porque era como repartir un botín cuando había una desgracia. Por eso desaparece esta oficina para la tranza, para la corrupción, pero no los fondos, no el dinero; al contrario, se protege el dinero y se hace a un lado a los corruptos
.
Las rebanadas del pastel
Ya que está muy preocupada
por los efectos de Otis, que la oposición ponga el ejemplo y, para los damnificados, aporte una gruesa rebanada del presupuesto público que reciben sus partidos políticos.
Twitter: @cafevega