Otis es el ciclón más intenso y devastador
que ha impactado el territorio nacional en los pasados 30 años y un fenómeno poco usual por la rapidez con que se intensificó, aseguraron investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
GALERÍA: Severos daños e inundaciones tras azote del huracán Otis en Acapulco
El único precedente del que se tiene registro es el huracán Patricia, que en 2015 alcanzó vientos de 345 kilómetros por hora y rachas de 400 kilómetros por hora, pero sobre el océano Pacífico. El meteoro tocó tierra como categoría 4, recordó en entrevista con La Jornada Christian Domínguez Sarmiento, investigadora del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático.
Apuntó que, en cambio, Otis alcanzó de manera inusual la categoría 5 con vientos de 270 kilómetros por hora; se intensificó rápidamente en 12 horas y con esa fuerza tocó tierra a las 0:25 horas del miércoles en inmediaciones del municipio de Acapulco de Juárez, Guerrero.
Francisco Estrada Porrúa, coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático de la universidad, agregó que el huracán puede ser consecuencia del cambio en el clima. Resaltó que cada vez será más común experimentar ciclones de mayor intensidad.
Recordó que este año se ha destacado por romper récord y ha sido muy atípico respecto al cambio climático; hemos tenido temperaturas récord por meses en el aire, los océanos, con climas muy extremos
.
Mencionó que ya estamos entre 1.1 y 1.2 grados de las temperaturas preindustriales y son notables
.
Es algo poco usual que ocurra este tipo de fenómeno. No es normal que los ciclones tropicales sean tormenta y se intensifiquen a categoría 5 en un periodo de 12 horas. En términos meteorológicos, le llamamos rápida intensificación
, comentó la investigadora de la UNAM.
El martes, la coordinadora del Servicio Meteorológico Nacional, Alejandra Méndez Girón, explicó que el veloz recrudecimiento de Otis se debió a que en ese litoral del Pacífico la temperatura del agua de mar superó 30 grados.
Domínguez Sarmiento añadió que las actuales condiciones generadas por el fenómeno natural de El Niño ocurrieron de manera similar en 1997 y causaron huracanes poderosos como Lidia y Paulina. “El Niño propicia que los ciclones sean más intensos. Otis ha sido más devastador en comparación con 1997; en ese tiempo los ciclones tropicales no llegaron a tanta magnitud, no fueron tan peligrosos en términos de viento”, expuso.
Recientemente, agregó, se han formado en el Pacífico e intensificado muy rápido los huracanes Lidia y Norma, que afectó Baja California Sur, y ahora Otis.
Por su ubicación, México es susceptible de ser golpeado entre mayo y noviembre por huracanes tanto por el Pacífico como por el Atlántico.