San Cristóbal de Las Casas, Chis. A propósito de la pretensión del presidente de El Salvador, Nayib Bukele de relegirse, el historiador de ese país, Héctor Lindo Fuentes, profesor emérito de historia de la Universidad de Fordhamen en Nueva York, Estados Unidos, afirmó que “sólo ha habido dos breves ocasiones en el siglo XIX en que se permitió y eso causó mucho escozor”.
Entrevistado en esta ciudad agregó que “es muy preocupante porque a todas luces la idea de la relección viola la Constitución. Hay una tradición constitucional muy larga en El Salvador que impide la relección y en eso han sido muy claros los legisladores salvadoreños”.
Señaló que “otra preocupación que tengo es por la continuación del estado de excepción que lleva alrededor de 15 meses; se supone que las limitaciones de las garantías constitucionales son breves para enfrentar emergencias, pero no puede ser una forma de gobernar”.
Manifestó que Bukele y su grupo “están tratando de crear la imagen de que la única forma para darle continuidad a ciertas políticas que consideran populares es religiendo a un individuo y eso no es así, pues no estamos hablando de reyes, sino de representantes de partidos políticos con programas político”.
Agregó: “A veces hay otro aspecto: si la gente está contenta con el programa de gobierno del señor Bukele, él tiene un partido (Nuevas Ideas) y un programa de gobierno, no tiene por qué ser él el presidente, puede proponer a otra persona del mismo partido que siga el mismo programa de gobierno. No hay por qué violar a Constitución”.
-Bukele tiene mucha popularidad- se le comentó.
-Eso no se puede negar, las estadísticas de las encuestas de opinión así lo demuestran y en parte es por el tremendo control que tiene de la opinión pública a través de las redes sociales; el esfuerzo comunicativo del gobierno es sin precedentes.
Afirmó que el combate a la inseguridad explica la popularidad del presidente salvadoreño, “pero no es necesario suspender el estado de derecho para mantener políticas que garanticen la seguridad, esa es otra falacia, es decir, es posible tener políticas de seguridad vigorosas sin suspender el estado de derecho y sin violarle los derechos humanos a una parte muy significativa de la población”.
Lindo Fuentes, llegó a San Cristóbal para participar en foro Del pensamiento centroamericano 2023 con la ponencia titulada El Salvador y Centro América, siglos XIX y XX, así como para recibir un homenaje por su obra por parte del Centro de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Chiapas y la Frontera Sur (CIMSUR), dependiente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Durante su participación, la investigadora América Navarro que moderaba la mesa le preguntó su opinión acerca de la pretensión de Bukele de relegirse, a lo que el historiador, escritor y docente contestó: “Los patrones autoritarios de los gobiernos salvadoreños del siglo XIX se han repetido casi calcadamente; el mismo tipo de comportamiento, como la misma actitud hacia la prensa, el uso del estado de sitio que ahora llaman estado de excepción, el mismo uso de la propaganda; antes era el uso de la prensa y de la radio y hora de las redes sociales. Son características comunes muy identificables en busca de la relección y la manipulación de los poderes legislativo y judicial para garantizar la relección, además de la opacidad en el manejo de fondos públicos”.
En entrevista posterior, sostuvo que “en el momento en que se inscriba como candidato ya tenemos un dictador en las manos”.
-¿Bukele es de derecha o de izquierda?
-Es personalista. Comenzó en el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) como alcalde, pero si se examina su trayectoria, lo que lo guía no es el idealismo ni la ideología, es su afán de perpetuarse en el poder y ambición de poder y cualquier cosa que contribuya a consolidar su posición en el poder está bien; él aprovechó la pandemia, por ejemplo para consolidad su poder.
Expresó que “la gente olvida que él tomó control de la Asamblea Legislativa y del poder judicial antes de su política en contra de las maras (pandillas). Es decir, cuando el Estado tomó esta actitud tremendamente agresiva para combatir a las maras después de la ruptura del pacto con un fin de semana sangriento en El Salvador, hubo este giro del gobierno en la política de seguridad que repentinamente sacaron al Ejército a las calles y metieron muchísima gente a la cárcel; la consolidación del poder sobre el poder judicial y legislativo había sido anterior a eso, ahora es a gran bandera, pero ante son lo era, lo que demuestra un gobierno oportunista.
-¿Hacia dónde va El Salvador?
-Por el momento no conozco a ningún analista que no crea que se va a relegir Bukele. Cuánto durará eso no lo sé, yo estoy entrenado para ver el pasado.