Ciudad de México. Pese a que América Latina es el mayor exportador de alimentos, el número de personas que sufren inseguridad alimentaria en la región se ha incrementado, afirmó Sergio René Araujo, economista de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Durante la presentación del estudio: Perspectivas agrícolas 2023-2032, elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la FAO, el especialista garantizó que la región se consolida como el mayor exportador de productos agrícolas, en especial los básicos.
Sin embargo, en México cerca de 35 millones de personas padecían hasta 2022 inseguridad alimentaria de moderada a grave, 4.2 millones más que en 2016, según El estado de la inseguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2023 de la FAO.
En toda la región los organismos estiman que los hogares dedican en promedio alrededor de 16 por ciento del gasto total en alimentos. Esto indica que el ciclo actual de altos precios de los alimentos, combinado con la inflación elevada, y el crecimiento más lento de los ingresos a corto plazo, podrían afectar en gran medida la seguridad alimentaria de cara al próximo decenio.
Por su parte, Mario López, representante de la OCDE en México, expuso que las guerras entre Ucrania y Rusia, e Israel y Hamas, así como la violencia, el crimen organizado, el cambio climático y las sequías prolongadas representan un gran riesgo para el sector agrícola.
Existe un riesgo creciente de que la variabilidad meteorológica, las enfermedades de los animales y las plantas, el cambio en los precios de los insumos, la evolución macroeconómica y otros aspectos inciertos en materia de políticas públicas provoquen desviaciones en los resultados de los mercados respecto de las proyecciones actuales.
La OCDE y la FAO destacaron que los costos persistentemente altos de las dietas saludables y las limitaciones de asequibilidad entre quienes perciben ingresos más bajos afectan tanto la calidad como la cantidad de ingesta de alimentos, pese al impacto positivo de iniciativas como programas de alimentación escolar, que se estima que beneficiarán hasta 37 por ciento de los miembros más pobres de la población.
El informe, que ofrece una evaluación consensuada de las perspectivas a 10 años para los mercados de productos básicos agrícolas y pesqueros a escala nacional, regional y mundial, resaltó que el incremento de los costos de los fertilizantes puede conducir a precios más altos de los alimentos.
Consumo mundial aumentará 1.3% al año
Los organismos pronosticaron que por cada aumento de uno por ciento en los costos de los fertilizantes, los precios de los productos básicos agrícolas se elevarían 0.2 por ciento. Se prevé que el consumo mundial de alimentos crecerá 1.3 por ciento al año durante el periodo de proyección, un ritmo más lento que el del decenio anterior debido a la desaceleración prevista del crecimiento de la población y al incremento del ingreso per cápita.
Durante la presentación del informe, Hubertus Gay, experto de la división de comercio agroalimentario de la OCDE, afirmó que el cambio en los precios de los productos básicos agrícolas se debió al 25 por ciento de aumento en los precios de los fertilizantes.