Es muy probable que mañana los partidos de oposición den a conocer su estrategia para proponer a un candidato al gobierno de la ciudad.
La propuesta no es otra cosa que una declaración de guerra entre las franquicias políticas que se dicen aliadas, es decir, la idea es que cada partido organice una selección interna y de ella salga una o uno que después se medirá con los otros dos que hayan ganado sus propias batallas.
El método parece muy peligroso para una selección final, además de crear un clima de tensión entre los postulantes. Está claro que el PAN irá con Taboada y Lía Limón, aunque como están las cosas en una de esas propone a Fox-chil Gálvez, que ya no tiene remedio.
Por el PRI sin duda irá Adrián Rubalcava y alguien más que se sume a la farsa, y en lo que queda del PRD, aunque hay quien asegura que habrá una pelea tipo Kramer vs Kramer, es decir, Nora Arias contra su ex marido, Víctor Hugo Lobo, la militancia
partidista dice que el segundo será Luis Cházaro, pero nadie descarta a Lobo.
Aquí lo cierto es que ya se sabe quiénes habrán de ganar; lo malo es que no hay método para consolar y restañar las heridas del combate, por el contrario, lo que se anuncia es la destrucción de la alianza y eso va también para la cosa nacional.
Rubalcava, el más beligerante de los competidores y podemos decirlo desde ya, no aceptará ningún triunfo que no sea el suyo, cuando menos eso es lo que ha dicho recio y quedito entre la gente que lo rodea. Y era de esperarse, el priísta, tal vez el más cercano a una política como la del presidente
de El Salvador, Nayib Bukele, está en pie de guerra, y aunque en el PRI pocos lo respaldan, él ya se la creyó.
Del otro lado las cosas no son tan diferentes. La inclusión de Lía Limón en el grupo de pretendientes nos evoca a la necedad de alguien en la otra trinchera. Es verdad para Taboada que mejor debería conseguirse un puesto como diputado, por aquello de las dudas, no hay mañana, pero tampoco para la contendiente Limón.
Los panistas, que han permitido que la señora Gálvez opine y dé su voto a favor de Taboada, se van a encontrar más adelante con la gente del PRD, que no es mucha pero hace bastante escándalo, y cuando menos del lado de Nora Arias no habrá de caer en la tentación de cambiar su posible candidatura por una curul en donde sea.
El PRD sabe que no puede representarse ni a sí mismo, y aunque cada vez son menos y cada vez son más necios, ahora pretenden, algunos de ellos, seguir sacando jugo a la franquicia, y su siguiente víctima será el PAN o el PRI, depende de quién ofrezca más y mejores condiciones.
En fin, como lo adelantamos hace ya un buen rato, la Ciudad de México está complicada en todos los frentes. En Morena, donde ni las entrevistas radiofónicas a modo le salen bien a la candidata, se teme un berrinche subido de tono cuando el próximo fin de mes se dé a conocer quién será el representante de ese partido, y ya se ven caras largas, principalmente por el Zócalo, donde se sabe que sólo una trampa cambiaría la historia.
De pasadita
No pues ahora sí que ya ni la hacen. ¿Cómo que invitar a la señora Piña –permítanme que no le llame jueza y menos aún ministra– al Senado? Vamos, ¿de qué se trata si en la Suprema están chupando tranquilos? ¿De verdad quieren que la señora asista y responda a las preguntas que no puede responder?
En un análisis rápido de la situación, el bloque conservador aconsejó a la señora que ni se parara por el recinto, por ellos y ellas, ni a majaderías podrían impedir que exhibieran a la señora Piña, que en su rechazo dice bien: no hay condiciones
para un encuentro. Tantán.