A diferencia de lo sucedido meses atrás en el tema de la defensa del Instituto Nacional Electoral (INE), cuando hubo movilizaciones con asistencia notable, ayer hubo un intento de fortificación del Poder Judicial Federal que tuvo menor cuantía y resonancia.
No es lo mismo un alegato a favor de una estructura electoral que la defensa de un aparato de justicia aún más carcomido que lo combatido en su momento en el INE. Por eso es difícil que una bandera en auxilio de lo judicial pueda prender, así los opositores traten de investir como salvamento de la nación al armado de jueces, magistrados y ministros, más la burocracia correspondiente.
En un claro oportunismo, membretes de la sociedad civil
que forman parte del entramado del Frente Amplio por México, y este mismo, e incluso su virtual candidata presidencial, prescindieron de cualquier disfraz y abiertamente se vincularon, declarativa o presencialmente, con las manifestaciones que se realizaron ayer en varias partes del país, en especial en la Ciudad de México.
Bien le haría al consorcio político y empresarial que postula a Xóchitl Gálvez examinar la pertinencia tanto de este giro sindicalista
como de la cruzada que pretende encabezar para defender estructuras, procedimientos y personajes de un Poder Judicial sumamente desacreditado.
Y, mientras la derecha electoral mexicana batallaba para acomodarse a la faceta de defensoría de empleados y trabajadores del Poder Judicial, en Argentina la ultraderecha careció del aire arrollador que supuestamente elevaría al libertario Javier Milei como el aspirante presidencial más votado.
Aun cuando había quienes pregonaban una victoria en primera vuelta del extravagante Milei, el representante del kirchnerismo, Sergio Massa, tuvo la más alta votación, aunque sin alcanzar los niveles necesarios para evitar una segunda vuelta.
El futuro de los argentinos dependerá en buena medida de las alianzas que se tejan rumbo a esa segunda vuelta, que será el 19 de noviembre. La estridencia de Milei y sus propuestas económicas extremas parecieron estancarlo en una votación parecida a la que tuvo en las elecciones primarias denominadas PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias), a la vez que el oficialista Massa impulsó, luego de esos comicios, políticas económicas que ampliarían sus bases de apoyo aunque en medio de una crisis económica prolongada.
El presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó una reunión internacional sobre migración cuyos resultados prácticos habrán de verse. Entre otros mandatarios, o representantes de éstos, destacó la presencia del venezolano Nicolás Maduro, el cubano Miguel Díaz-Canel y el colombiano Gustavo Petro. El tema a tratar propició en términos geográficos el asomo de esas figuras a escenario mexicano, pero también dibuja las principales coordenadas del Palacio Nacional mexicano, sus principales alianzas compensatorias.
La reunión, llamada Cumbre, tiene como marco de referencia las presiones de Washington al gobierno obradorista para que asuma peores medidas restrictivas contra la migración que entra por el sur del país en busca de llegar a Estados Unidos. Días atrás estuvo en México una poderosa delegación encabezada por el secretario de Estado, Antony Blinken, para dialogar con sus contrapartes mexicanas y el Presidente de la República.
Ya se verá si las propuestas y declaraciones hechas este domingo en Palenque implican alguna forma de respuesta unitaria ante las presiones de Estados Unidos.
Y, mientras este domingo se ha realizado en la Ciudad de México una manifestación en rechazo a los bombardeos y actos de agresión en la franja de Gaza, además de solicitar que nuestro país rompa relaciones diplomáticas con Israel, ¡hasta mañana, con varios procesos internos de Morena complicándose, en particular el de la Ciudad de México, donde se multiplican las denuncias de maniobras abusivas y onerosas por parte de promotores de la precandidatura de Omar García Harfuch!
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