La respuesta de la gente a sus propuestas incluidas en la plataforma Humanizar la Ciudad ha sido cálida, generosa, honesta y emotiva, afirma el doctor Hugo López-Gatell, pero reconoce que está en desventaja ante una urbe tapizada de carteles y espectaculares de otros aspirantes a coordinar los comités de defensa de la Cuarta Transformación en la capital.

En entrevista con La Jornada, rechaza la posibilidad de invertir recursos económicos para promover su aspiración de convertirse en el candidato de Morena a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, ya que tres anuncios en igual número de estaciones del Metrobús serían equivalentes a vacunar a mil ciudadanos contra el covid-19.

Eso nos pareció una aberración, señala el ex subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, y advierte que si se aspira a que el Movimiento de Regeneración Nacional sea una fuerza social creíble ante el pueblo es obligatorio modificar la forma de hacer política para que no se repitan los resultados de 2021 en la capital del país.

Es necesario abandonar las tentaciones de los viejos modos clientelares y cupulares del corporativismo, de los acarreados, de usar y derrochar grandes sumas de dinero que llevan a cuestionamientos preocupantes: ¿de dónde vino ese dinero?, ¿está comprometido a cambio de un favor político o económico con algún sector adinerado?

A casi un mes de haber comenzado su recorrido a ras de tierra por las 16 alcaldías, que lo ha llevado a visitar mercados públicos, plazas, unidades habitacionales, clubes de baile, jardines y calles, apunta que si bien la convocatoria de su partido ofrece condiciones de equidad en la contienda interna, la decisión depende de cada contrincante.

Recalca que las circunstancias para un piso parejo están dadas si uno se apega a los principios éticos del movimiento, pero cuando se distancian no hay mejor juez que el pueblo.

Admiración por el Presidente

El doctor López-Gatell narra que sus referentes en este proceso interno han sido dos: “El primero es el legado, el ideario y la profunda convicción ética y moral del presidente Andrés Manuel López Obrador, y el segundo es una reflexión compartida por la coordinadora nacional, Claudia Sheinbaum, sobre la visión autocrítica de entender qué nos distanció de algunos sectores de la sociedad en las elecciones de 2021, en que se votó por la derecha, por el conservadurismo, por la corrupción.

Coincido que fue por conservar las formas convencionales de hacer política que ya no son creíbles: pactos cupulares, un distanciamiento del pueblo en el día a día y fallar en el compromiso de la responsabilidad, por ejemplo, de rendir cuentas en los gobiernos de las alcaldías, donde persiste mucha corrupción.

Advierte que si la gente lo que ve es derroche de dinero, un gasto ostentoso, una orientación frívola, si hay acarreados y pactos cupulares con grandes ataduras con el poder económico, creo que el pueblo de la ciudad va a tomar distancia y no creerá que sea la vía, aunque algunos la consideren como la de la izquierda.

El ex vocero del gobierno federal ante la pandemia de covid-19 asegura que los principios no se venden ni se rentan, y afirma que la convocatoria para este proceso interno contiene señalamientos explícitos que llaman a los aspirantes a abstenerse de utilizar grandes pintas en bardas, anuncios espectaculares y de la contratación de espacios publicitarios.

Por eso, enfatiza que un deslinde no es sólo un mensaje en redes sociales. Debe ser económico, jurídico y político, que los gastos de campaña sean transparentes, pero cuando la ciudad está tapizada de carteles, mantas y anuncios espectaculares difícilmente puede haber un deslinde creíble.