Washington y Nueva York. Enterrado en los detalles de la solicitud del presidente Joe Biden al Congreso por decenas de miles de millones de dólares en asistencia militar está también el requerimiento de 13.6 mil millones para financiar más agentes de la Patrulla Fronteriza, jueces y funcionarios de migración y asilo y otras medidas de control fronterizo, fondos que seguramente serán necesarios para obtener el apoyo político bipartidista para aprobar el paquete total de 105 mil millones en el Congreso.

El enfoque de los medios ha sido sobre 61 mil millones pedidos para la guerra en Ucrania y 14 mil millones para más asistencia a Israel, recursos que funcionarios estadunidenses detallaron ayer que serían gastados para la compra de armas estadunidenses y, por lo tanto, fortalecerán la base industrial de defensa en Estados Unidos –algo a lo que hizo referencia Biden en su mensaje a la nación la noche del jueves cuando afirmó que Estados Unidos es el arsenal de la democracia.

Más allá del dinero para armas, la solicitud de financiamiento suplementario enviado por la Casa Blanca al Congreso ayer incluye 7.5 mil millones para enfrentar a China en Asia y 9 mil millones para asistencia humanitaria en general –la relativamente pequeña suma de 100 millones que la Casa Blanca desea destinar a Palestina aparentemente es parte de este fondo–.

La clave para que el paquete sea aprobado, señalan asesores del Congreso, podrían ser los referidos 13.6 mil millones para asegurar la frontera.

Es sin duda por esto que, en lo que fue una sesión informativa muy general, la directora de la oficina del Presupuesto de la Casa blanca, Shalanda Young, detalló muy específicamente la distribución de estos fondos: incluye financiamiento para mil 300 agentes de la Patrulla Fronteriza adicionales, 375 jueces de migración, y mil 600 oficiales de asilo; más de 100 máquinas de detección con tecnología de punta para detectar fentanilo en los puertos de frontera suroeste, y unas mil personas de seguridad pública adicionales, así como capacidades de investigación para prevenir que los cárteles trasladen más opioide sintético al país.

Los republicanos han hecho de sus acusaciones de que la frontera está abierta la parte central de su retórica electoral durante meses. Hasta el ex presidente Donald Trump ha intentado relacionar el conflicto en Medio Oriente con la frontera con México: no pueden olvidar que la misma gente que atacó Israel está ahora mismo llegando en cifras increíbles a nuestro bello Estados Unidos de América a través de nuestra frontera totalmente abierta, declaró en un mitin el lunes en Iowa, según reportó The New York Times.

Sabemos que hay una frontera abierta, agregó la ex embajadora ante la ONU, Nikki Haley, quien también está buscando la nominación presidencial republicana.

Los demócratas han estado a la defensiva sobre el tema del control fronterizo y buscando cómo aplacar la ofensiva republicana sobre el tema. A la vez, el presidente está bajo presión de alcaldes demócratas en Nueva York, Chicago y otras ciudades que están batallando para pagar los costos de alojar y atender a miles de nuevos indocumentados que llegan a sus urbes. Por lo tanto, la Casa Blanca está calculando qué tanto necesita ofrecer en torno al tema fronterizo –migración y drogas– para obtener el resto de su solicitud de recursos.

Maniobra política con sus adversarios

Aaron Reichlin-Melnick, del American Immigration Council, señala que esta solicitud es tres veces mayor a la suplementaria de emergencia para la frontera que Biden presentó hace un mes. Por lo tanto, el monto asignado al asunto es más que nada una maniobra política y no una necesidad específica.

Incluso aquellos republicanos que no han intentado relacionar a Hamas y otros terroristas con la situación en la frontera con México, han insistido en destinar más dólares a la frontera.

El senador republicano Kevin Cramer comentó a USA Today: Como casi todo republicano, creo que tenemos que demostrar estar dispuestos a asegurar nuestra propia frontera si vamos a pedir a los contribuyentes en este país dar más para apoyar las (fronteras) de otros.

Cramer y más republicanos están presionando también por crear normas más restrictivas que permitan a los agentes fronterizos negar el asilo a muchos más migrantes antes de que lleguen a una audiencia.

El laboratorio de ideas conservador Heritage Foundation ahora se ha sumado al esfuerzo de vincular la frontera con el terror: “el gobierno de Biden ha sido el pirómano que ha quemado nuestra frontera humanitaria y el sistema de migración. Como consecuencia, Estados Unidos enfrenta ahora crecientes amenazas ‘terroristas’”, declaró Lora Ries, directora de política migratoria.

La población palestina no tiene ningún interés en asimilarse a la cultura y gobernación estadunidenses o en expresar lealtad a Estados Unidos o nuestros aliados.

Tal como señaló The New York Times en sus reportajes de esta semana, el gobierno estadunidense no ha detectado una amenaza específica de Hamas a Estados Unidos. Pero la solicitud de fondos enviada al Congreso ayer demuestra que aún en la discusión sobre asuntos tan lejanos como Medio Oriente, la relación y en particular la frontera con México no escapa del debate político, Los palestinos ahora se sumarán a los mexicanos y otros migrantes como objetos de ataque y vilipendio en Estados Unidos.