Su historial es interminable. Por ejemplo, tres huelgas mineras sin resolver desde hace 16 años; tiradero tóxico en la mina de Taxco, Guerrero; ecocidio en los ríos Sonora y Bacanuchi, con más de 25 mil afectados de ocho municipios y decenas de kilómetros de territorio contaminado; derrame de ácido sulfúrico en el Mar de Cortés; permanente represión (Ejército con Salinas, en 1989, y de la Policía Federal, con Calderón, en 2010) de los mineros de la sección 65 a quienes simplemente los corrió sin más, les cortó la energía eléctrica, el gas y el agua, y simplemente contrató personal que no fuera originario de Cananea; violación sistemática del contrato colectivo de trabajo, y, desde luego, el homicidio industrial en Pasta de Conchos, Coahuila, donde murieron 65 mineros, porque el barón se negó a invertir en seguridad para sus trabajadores.
De todas, Germán Larrea ha librado todas, impunidad que no se explica sin el manto protector del gobierno federal, así como de los estatales donde se localizan las minas concesionadas. No puede dejarse de lado que, de entrada, Carlos Salinas de Gortari entregó a Larrea la joya de la corona a precio de regalo: Compañía Minera de Cananea, no sin antes limpiarla
financieramente, al asumir el gobierno federal todos los pasivos de la otrora paraestatal, para entregarla limpia de polvo y paja. Ahora es conocida como Buenavista del Cobre (antes Minera de Cananea).
En todo esto aparecen involucrados cuatro gobiernos (Vicente Fox, Borolas, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador) y la mayoría –por no decir todos– de los ilícitos cometidos por Grupo México y su propietario permanecen impunes. Por ello, no es casual ni gratuito que ahora los afectados por el derrame tóxico en los ríos Sonora y Bacanuchi (accidente
que ocurrió el 6 de agosto de 2014) exijan solución inmediata a sus demandas, sobre todo después de conocer que el fideicomiso que para tal efecto constituyó Grupo México fue una farsa, para la cual contó con la complicidad del gobierno de Peña Nieto.
La Jornada (Cristina Gómez Lima, corresponsal) lo reseñó así: “las actividades de explotación y prolongación de la mina Buenavista del Cobre quedaron paralizadas con el bloqueo de ingresos y egresos organizado por el Frente Unido Río Sonora, que impidió el paso de decenas de camiones de trabajadores y proveedores filiales al consorcio minero de Grupo México para exigir al gobierno federal cancelar la concesión para operar, reparar los daños causados a los mineros de la Sección 65 –en huelga desde 2007– por el arrebato de su contrato colectivo, la remediación ecológica de la zona afectada y la reparación del daño a las víctimas del derrame de tóxicos en los ríos Sonora y Bacanuchi ocurrido en 2014”.
Desde las 5 horas de ayer, continúa, mineros de la sección 65 del Sindicato Minero Nacional acompañados por sus familias, y pobladores de los ríos Sonora y Bacanuchi afectados por los tóxicos derramados por Grupo México, iniciaron el bloqueo de caminos en cinco puntos de Cananea, lo que detuvo la operatividad de la mina de cobre más grande de México
. Previamente, Grupo México contrató abundante personal (armado) de seguridad privada para reprimir a quienes protestaran, algo que, por lo demás, es práctica común de Larrea, quien todo pretende solucionarlo
a golpes y con la complicidad del gobierno en turno.
Entonces, ¿hasta cuándo la impunidad del barón? ¿Es más fuerte que el Estado mexicano?
Las rebanadas del pastel
Cierto: los damnificados por la inhabilitación de días laborables
decretada por Norma Piña son sus clientes dorados, es decir, aquellos que en un abrir y cerrar de ojos obtienen amparos de todo y para todo, los que jueces y magistrados sacan de la cárcel o evitan que la pisen. Como dice el presidente López Obrador: ojalá y tardaran más y así ya no tenemos sorpresas de que dejen en libertad a delincuentes
, amén de que una marcha para mantener privilegios es de pena ajena
… ¡Argentinos: recapaciten!, porque si el esperpéntico Javier Milei llega a la presidencia de su país van directo al abismo.
Twitter: @cafevega