Ciudad de Guatemala. Ante una multitudinaria concentración en el capitalino Centro Cívico, el presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, acompañado de Jacobo Árbenz, hijo del expresidente del país de igual nombre, recordó este viernes la Revolución de octubre de 1944, previo a encabezar una marcha en conmemoración a la fecha. Arévalo aseguró que “estamos ante una nueva primavera”.
En su discurso desde la pasarela del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, también junto a la vicemandataria electa Karin Herrera y su esposa Lucrecia Peinado, pidió concretar ese proceso en paz, armonía y unidos.
Pero para poder alcanzar ese objetivo, exhortó a recordar a los líderes que nos enseñaron en 1944 que las revoluciones se hacen en unidad y con dignidad, subrayó.
Arévalo planteó que “este movimiento de esperanza popular ha destapado las puertas del inframundo que hoy nos gobierna, nos reveló la podredumbre de buena parte de la clase política y de algunos empresarios cómplices y beneficiarios de la corrupción”.
Ante los miles de participantes que corearon “el pueblo unido jamás será vencido”, el político señaló que “ese pacto de corruptos, esa alianza criminal al verse atacada, humillada, y puesta en evidencia ha respondido con violencia”.
Tomó control del sistema del sistema de justicia y lo utilizó para su venganza, una que ha incluido el exilio, encarcelamiento de periodistas, activistas, jueces y fiscales, remarcó el actual diputado.
Una venganza que irrumpió en las elecciones con la intención de cerrar todas las puertas al cambio, de aplastar todas las posibilidades de un futuro mejor, describió el igualmente sociólogo de profesión y catedrático.
A su lado, Herrera destacó a los jóvenes, líderes y estudiantes que trazaron el camino iluminado en la búsqueda de mejores condiciones de vida.
Reconoció a quienes han sido forzados a salir de la nación, pero que trabajan para sostenerla, y añadió que el anhelo de vivir mejor no se debe dejar atrás, ni renunciar al sueño de caminar tranquilamente por las calles.
Luego, la caminata integrada por organizaciones de la sociedad civil, pueblos indígenas, sindicatos y vecinos, partió con pancartas, banderas, música, en dirección a la Plaza de la Constitución (frente a la sede del Gobierno).
Bloques del Comité de Desarrollo Campesino (Codeca), mercados de esta urbe, juventudes de varias regiones y distintas unidades académicas de la Universidad San Carlos de Guatemala también salieron a manifestarse.
Este histórico día coincide con las protestas convocadas por autoridades de 17 organizaciones ancestrales que exigen la renuncia de la fiscal general Consuelo Porras y varios funcionarios por su actuar contra las elecciones.
Frente a la sede del Ministerio Público, cientos de personas permanecen reunidas para acompañar a los líderes indígenas en su reclamo en defensa de la democracia.