General Motors elevó este viernes su oferta a los trabajadores de la industria automotriz, igualando la propuesta de Ford de un aumento salarial de 23 por ciento y otras mejoras en los beneficios, horas antes de que el jefe del sindicato United Auto Workers (UAW), Shawn Fain, hablara públicamente sobre las negociaciones con la empresa.
“Hemos realizado importantes cambios en todas las áreas clave en un esfuerzo por llegar a un acuerdo final con el sindicato UAW y hacer que nuestra gente vuelva a trabajar”, dijo la compañía en un comunicado.
El fabricante de automóviles afirmó que la nueva oferta de aumento salarial general de 23 por ciento representa un alza compuesta de 25 por ciento durante la vigencia del acuerdo, con un aumento de 10 por ciento en el primer año.
El presidente del sindicato UAW, Shawn Fain, dijo por la tarde que aunque los fabricantes de automóviles de Detroit han aumentado sus ofertas salariales y de prestaciones, cree que el sindicato puede ganar más si aguanta más tiempo las negociaciones contractuales.
En una transmisión por Facebook Live, Fain no anunció más plantas para agregar a las que están en huelga desde hace hasta cinco semanas. Pero advirtió de que UAW podría anunciar una ampliación de sus huelgas en cualquier momento, en función de los avances que consiga en sus negociaciones con las empresas automovilísticas.
En las últimas 24 horas, Stellantis y General Motors han hecho ofertas salariales que igualan la de Ford, de 23 por ciento a lo largo de un contrato de cuatro años, dijo Fain. Pero, con su característico tono mordaz, el presidente del sindicato insistió en que las empresas pueden ir más lejos.
El sindicato ha emprendido una inusual campaña de huelgas simultáneas contra los tres grandes fabricantes de automóviles de Detroit –General Motors, Ford y Stellantis– exigiendo un aumento salarial de 40 por ciento, incluido un alza inmediata de 20 por ciento, mejoras en los beneficios y cobertura para los trabajadores de las fábricas de baterías en virtud de acuerdos sindicales.
Actualmente 34 mil trabajadores están en huelga en seis plantas de montaje de vehículos y 38 almacenes de distribución de piezas. Las huelgas comenzaron el 15 de septiembre y este viernes entraron a su sexta semana.
El progreso en las conversaciones fue impulsado por la huelga sorpresiva del UAW la semana pasada en la mayor planta de camionetas de Ford en Kentucky, que genera 25 mil millones de dólares en ventas anuales y representa alrededor de una sexta parte de los ingresos globales por vehículos de la compañía.
Fain había descrito la huelga de Kentucky como una advertencia a General Motors y Stellantis, matriz de Chrysler, y dijo que estaba dispuesto a una paralización en la planta de ensamblaje de GM en Arlington, Texas, que fabrica el Cadillac Escalade, los Chevy Suburban y otros SUV costosos y de gran tamaño.