Félix Arturo Medina Padilla, el nuevo subsecretario, que además presidirá la menguante Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa (Covaj), hasta ayer era procurador fiscal de la Federación, dedicado a la defensa jurídica de la hacienda pública y la persecución de defraudación fiscal y delitos financieros
(https://goo.su/QxO5m ).
También fue jefe delegacional en Tláhuac y en Magdalena Contreras. En su historial se registra que ha sido profesor universitario de derecho constitucional y derechos humanos, que colaboró en tareas de construcción de paz
en la secretaría federal de seguridad y que durante dos años, como subsecretario de gobierno de la Ciudad de México, coordinó los trabajos del Programa de Derechos Humanos de Ciudad, las comisiones de búsqueda y de víctimas locales
.
La carrera pública del nuevo subsecretario, las circunstancias de creciente desmantelamiento de instancias creíbles y confiables de indagación en casos emblemáticos, específicamente los que implican responsabilidad grave de mandos militares, e incluso el clima de amedrentamiento y eventual consignación judicial de investigadores como el ex fiscal especial, Omar Gómez Trejo, bajo insidia retórica de servir a intereses extranjeros, hacen prever un bajo perfil institucional y personal, ya con la vista puesta en bajar la cortina de fin de sexenio sin oleajes peligrosos o comprometedores.
En otro tema: es un caso tan susceptible de enredos que ayer el Consejo General del Instituto Nacional Electoral se entrampó en una votación, discutida y discutible, respecto a una paridad de género en las candidaturas a gubernaturas en 2024 que obligaría a los partidos a presentar cinco propuestas femeninas y cuatro masculinas.
En medio de descuido o desaseo procesal, intencional o no (chicanada
, llegó a decir la consejera Ravel), que no ayuda a la consolidación del liderazgo de la consejera presidenta, Guadalupe Taddei, se consideró votado en contra el proyecto para priorizar las candidaturas de mujeres. Contra ese proyecto se han manifestado todos los partidos, salvo el Verde, y en especial afectaría a Morena por cuanto podría llevarle a desacomodar su rompecabezas electoral y, en la Ciudad de México, dejar fuera a Omar García Harfuch. Ya se verá la manera en que se retome el tema en el INE, donde hay los votos suficientes para establecer la paridad preferente de mujeres.
Tal como lo hicieron en el caso del Instituto Nacional Electoral, los grupos que confluyen en el Frente Amplio por México están tomando otra bandera partidista y electoral, la defensa del Poder Judicial de la Federación, sus fideicomisos, presupuesto y conformación actual.
Tan partidizada está la defensa ciudadana
del entramado judicial que los principales convocantes a una marcha este domingo son integrantes del carrusel de membretes que siguen las directrices de Claudio X. González, el personaje que ha estado tras el armado de varias facetas de la postulación de Xóchitl Gálvez y del enlace
de esos grupos de la sociedad civil
con los partidos que en esa estructuración siguen siendo dominantes, PAN y lo que queda del PRI y el PRD.
Resulta forzado para el interés opositor el erigirse en defensoría del aparato judicial tan urgido de saneamiento profundo; no ayuda a la causa opositora el esforzarse en sostener el sistema judicial corrupto. Morena y sus aliados están planteando propuestas, discutibles, como es natural, pero concretas, mientras sus adversarios sólo se están aferrando a la conservación de lo podrido, sin más. ¡Hasta el próximo lunes!