Ciudad de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que es pecado social y una vergüenza defender –incluso en las calles– los privilegios de ministros, magistrados y jueces.

Es lamentable que estas cosas se estén expresando, que se den estas protestas, porque es injusto; es defender privilegios, es pecado social. ¡Cómo se va a defender a quienes viven colmados de atenciones, de privilegios!

En la mañanera de ayer se le preguntó sobre las acciones de inconstitucionalidad que ya plantean legisladores de oposición contra la reforma aprobada la víspera por la Cámara de Diputados para extinguir 13 fideicomisos del Poder Judicial de la Federación (PJF) –en los que a junio pasado había 15 mil 434 millones de pesos–, la cual pasó al Senado.

El mandatario subrayó que si esas modificaciones se echan abajo representaría una ruptura al orden constitucional, en la que incurriría el propio PJF, pues desconocería y nulificaría a otro poder autónomo e independiente: el Legislativo, facultado para aprobar presupuestos y leyes.

Con una interrogante, infirió que será la Suprema Corte la que definiría al respecto, siendo juez y parte: ¿quién va a declarar inconstitucional lo que van a decidir soberanamente los legisladores por mayoría? Porque ayer (martes) se votó, y creo que fueron 250 votos en favor y 200 en contra. Pero ellos están dispuestos a no respetarlo.

Retó así a los expertos del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, en particular mencionó a Diego Valadés, y de otros colegios de abogados a rebatirlo en ese argumento. Quiero que los constitucionalistas opinen si es legal lo que va a hacer el Poder Judicial. Pero no nos adelantemos, vamos a esperarnos. Estimó que con los recursos de esos fideicomisos se podría pagar una beca anual a 2 millones de niños de familias pobres.

Sobre los paros anunciados por trabajadores del PJF ante la extinción de dichos instrumentos, irónico, el Presidente planteó: “¿en qué afecta, si no trabajan para el pueblo? Puede ser que hasta nos vaya mejor… Ahora que dicen: ‘no vamos a trabajar, habrá huelga’, no crean ustedes que a mí me preocupa mucho, porque esto va a significar que no van a dejar libre a delincuentes, ni del crimen organizado ni de cuello blanco. ¡No estoy exagerando!”

Puso de ejemplo el caso de dilación de la justicia del ministro Luis María Aguilar, sobre el adeudo de impuestos de una empresa de Ricardo Salinas Pliego. ¿No se acuerdan cómo hace poco un ministro guardó en la gaveta un expediente? Ese es el papel que juegan. Además de que con dinero del pueblo te mantenemos, se te atiende con privilegios, tú también recibes o estás al servicio de los que mandan o los que se creían dueños del país.

López Obrador se refirió de nuevo a la necesidad de reformar el PJF, para lo cual ha insistido en diversas ocasiones en la necesidad de que su movimiento obtenga la mayoría calificada en el Congreso de la Unión: vienen las elecciones y hay que aprovechar todo esto, porque ayuda mucho a que la gente vaya informándose y tomando conciencia para que se resuelva llevar a cabo una reforma en el Poder Judicial, y la única forma de enfrentar este problema es eligiendo a los jueces, que el pueblo los elija.

Reiteró que los trabajadores del PJF son libres de manifestarse, pero los llamó a no dejarse engañar, pues para ellos “no hay riesgo de nada absolutamente (…) lo que está en riesgo son los privilegios de los de arriba, que realmente es ofensivo para el pueblo”.

Propuso incluso revisar el patrimonio de los altos funcionarios de ese poder: ¿dónde viven, qué tienen?, pues consideró que ni siquiera con sus altos ingresos podrían tener las propiedades que muchos de ellos ostentan.