Madrid. El presidente de la comunidad autónoma de Cataluña, Pere Aragonés, defendió ante el Senado español la aprobación de una futura ley de amnistía que limpie de antecedentes penales y de condenas de cárcel y administrativas a todos los que participaron el proceso fallido de independencia de octubre del 2017, además de recordar que este paso supondrá la antesala para la celebración de un referendo de independencia.
Aragonés compareció ante la Cámara alta español en su calidad de presidente autonómico, por lo que aprovechó su visita a Madrid para reunirse con los diputados y senadores de su partido político, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), y de los independentistas vascos de EH-Bildu, con los que que comparten grupo y listas en el Senado.
Aragonés pronunció un discurso de alrededor de diez minutos ante el Senado español, controlado con mayoría absoluta por el derechista Partido Popular (PP), y se marchó de inmediato del debate, que consistía en analizar la situación política a raíz de la potencial aprobación de una ley de amnistía.
El presidente del gobierno en funciones, el socialista Pedro Sánchez, está negociando con los grupos parlamentarios vascos y catalanes el apoyo a su investidura a cambio de que éste se comprometa tanto con la aprobación de la medida de gracia como con la creación de un marco legal y político para llevar a cabo un referendo de autodeterminación, que es finalmente el objetivo último del independentismo.
El presidente catalán, que no se quedó en el Senado a escuchar al resto de presidentes autonómicos ni escuchó las réplicas de los voceros de los grupos, afirmó que “la amnistía hoy es imprescindible para avanzar en la resolución del conflicto político”, pero aclaró que se trata tan sólo “de un punto de partida para poder negociar un referéndum pactado sobre la independencia”, ya que a su juicio esa formula es la “única manera” de solucionar el “coque de soberanías entre Cataluña y el Estado español”.
Incluso propuso un modelo similar al que utilizó Escocia en el 2014, que acordó junto al Reino Unido esa formula. Aragonés arremetió contra el PL, al que acusó de “anticatalanismo” y de no tener un proyecto integrador para la región.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) decidió no participar en el debate, como sí lo hicieron los 13 presidentes autonómicos del PP, que criticaron con dureza las negociaciones abiertas para aprobar la amnistía y el referendo.
Aragonés se reunió brevemente con los diputados y senadores de su partido, ERC, y con los de EH-Bildu, con los que mantiene una alianza estratégica y electoral, hasta el punto de que forman un mismo grupo parlamentario en el Senado.