Guanajuato, Gto. Con la interpretación de temas como El hijo del Pueblo, de José Alfredo Jiménez, y Alegría, inspirado en un poema de José Saramago, la cantante portuguesa Teresa Salgueiro apapachó los corazones de todos los presentes en el concierto que ofreció la noche del martes en el Teatro Juárez.
Fue una velada musical llena de recuerdos y emociones con un programa bastante ecléctico
, tal como lo anunció la propia Salgueiro.
En un ambiente muy íntimo y sencillo, generado por una luz tenue, se empezaron a escuchar las cuerdas de la guitarra de Ana Gonçalves Albino y del contrabajo de Sofia Queiroz, seguidas por la percusión de Rui Lobato y el acordeón de Fabio Palma, al que finalmente se unió el canto de Salgueiro para interpretar una pieza portuguesa escrita en el siglo XIII.
La intérprete agradeció la invitación al Festival Internacional Cervantino, ya que es la tercera vez que participa. Es una alegría inmensa estar acá
, dijo.
En el recital también se escuchó la pieza A Cidade, cuyo tema es la soledad de las personas y la voracidad con que se vive. Un momento muy significativo del concierto y ovacionado por el público fue cuando Teresa Salgueiro anunció que interpretaría temas del grupo Madredeus.
A propósito de la canción Os Senhores da guerra, de Francisco Ribeiro, la cantante expresó que en los tiempos actuales no se puede tolerar la violencia
y lamentó que en la historia humana nunca se ha conocido tiempo sin guerra
.
La intérprete lisboeta cantó de manera especial Alegría, el poema del Premio Nobel de Literatura José Saramago (1922-2010), que musicalizó.
Entre el público se encontraba Paloma Jiménez, hija de José Alfredo Jiménez (1926-1973), a quien Salgueiro agradeció su presencia, ya que por primera vez cantaría un tema del guanajuatense en el contexto de su 50 aniversario luctuoso. La pieza elegida por la artista fue El hijo del pueblo, porque en su opinión el compositor se describe en esa canción.
También con su inigualable voz interpretó Canción mixteca, que le permitió jugar con el castellano y el portugués. Enseguida se escuchó Gracias a la vida, de Violeta Parra, melodía que se ha convertido en una referencia no sólo para América Latina, sino para el mundo entero.
En todo el concierto la voz de Teresa Salgueiro se coló en el corazón del público que ovacionó cada una de las piezas. Entre murmullos se escuchaban los bravo
y qué maravilla
. El público estaba embelesado.
Llegó el final de la velada y la presentación de los músicos, que también fueron ovacionados. Después de algunos minutos de aplausos de sus seguidores, Salgueiro regresó al escenario para cantar Estrela do mar, del poeta y compositor Jorge Palma, con sólo el acordeón de Fabio.
El próximo 25 de octubre la artista ofrecerá otro concierto a las 20:30 horas en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris ( Donceles 36, Centro Histórico) como parte del Circuito Cervantino.