Pekín. El crecimiento de China perdió fuerza en el tercer trimestre, al cerrar con un registro de 4.9 por ciento interanaual, aunque menos de lo previsto gracias a una subida del consumo y en medio de una crisis del sector inmobiliario sin precedentes.
El producto interno bruto (PIB) del gigante asiático subió 4.9 por ciento interanual en el tercer trimestre, indicó el miércoles la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).
El ritmo fue inferior al del trimestre pasado, cuando hubo un alza de 6.3 por ciento. Analistas consultados por la AFP habían pronosticado un cierre de 4.3 por ciento, es decir, una ralentización mayor.
Crisis inmobiliaria
El sector inmobiliario, que desde hace tiempo representa una cuarta parte del PIB de China, atraviesa graves turbulencias tras dos décadas de un crecimiento vertiginoso.
Los problemas financieros de grandes promotores, como Evergrande y Country Garden, generan desconfianza entre los compradores, en un contexto de construcciones inacabadas y precios por metro cuadrado a la baja.
Crecen ventas al por menor, pero persiste cautela
Sin embargo, algunos indicadores económicos se recuperaron.
Las ventas al por menor, el principal indicador del consumo de los hogares, registraron una fuerte aceleración de 5.5 por ciento interanual en septiembre.
La cifra superó ampliamente la de agosto (cuando fue de 4.6 por ciento) y las expectativas de los analistas encuestados por Bloomberg, que habían estimado que se situaría en 4.9 por ciento.
Un feriado a finales de septiembre por una fiesta nacional ayudó a estimular los gastos en turismo y otros servicios.
“La economía china empieza a mostrar signos de estabilización tras una serie de medidas de estímulo, sobre todo del consumo”, señaló el economista Ken Cheung, del banco japonés Mizuho.
Sin embargo, los hogares siguen siendo cautos en sus gastos, con montos aún inferiores a los de antes de la pandemia de covid-19.
La producción industrial mantuvo en septiembre su tendencia del mes anterior, con un crecimiento de 4.5 por ciento.
Dificultades para alcanzar el objetivo
China aspira a un crecimiento “en torno a 5 por ciento” este año, un objetivo que podría ser difícil de alcanzar sin un plan de estímulo masivo, según algunos economistas.
El año pasado, el PIB del gigante asiático creció 3 por ciento, una de las tasas más débiles en cuatro décadas.