El presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que en caso que las empresas que actualmente tienen las concesiones para la operación de trenes de carga en el país no acepten extender las vías para servicio de pasajeros, una de las alternativas sería que éstas sean operadas por las fuerzas armadas.
En la mañanera de este martes, el mandatario se refirió de nuevo a la cláusula que establece que el Estado puede concesionar las vías de carga a privados o a empresas del propio gobierno para que éstas puedan usarse también para tren de pasajeros.
El jefe del Ejecutivo aclaró que no se trata de quitar las concesiones a las firmas que las tienen para el tren de carga (a partir de la privatización de los ferrocarriles nacionales, en el sexenio de Ernesto Zedillo), sino que en principio intentará convencerlos de también operar el servicio para pasajeros.
“En un plazo razonable respóndanme si pueden ustedes dar ese servicios para darles a ustedes la concesión para servicio de tren de pasajero, significa que van a invertir, van a comprar los trenes y darán el servicio de pasajeros. Si no se aceptan, si dicen: ‘No nos importa, vamos a seguir dando el servicio de trenes de carga’, entonces tenemos dos posibilidades”.
La primera, aseveró, que parte de esas vías se concesionen a la Secretaría de Marina, que actualmente está a cargo del Tren del Istmo, a fin de extenderlo a Veracruz y de ahí a la Ciudad de México; y a la Defensa, que operará el Tren Maya, para que éste “se convierta en el tren del norte, y se extienda a Guadalajara, a Sinaloa, a Sonora (Nogales), hasta allá, y la otra vía a Querétaro, San Luis Potosí, Monterrey, Nuevo Laredo”.
La otra opción, dijo, sería ver si el Estado mismo, en sociedad con algunas empresas nacionales que estén dispuestas a invertir, acuerden la operación de ese servicio.
López Obrador dijo que trabaja en el memorándum con el cual propondrá a los actuales concesionarios de las vías de tren en el país para carga, usarlas también para transporte de pasajeros.
“Lo que se va a buscar es convencerlos, persuadirlos, a los que tienen actualmente las concesiones, que ellos se comprometan en un plazo razonable, a operar los trenes de pasajeros”, expuso esta mañana en su conferencia en Palacio Nacional.
El mandatario detalló que recientemente su equipo descubrió que con la privatización de los ferrocarriles nacionales se estableció una cláusula la cual asienta que el Estado puede entregar los permisos en esas mismas vías para la operación de trenes de pasajeros.
“Ya no me va a tocar a mí, yo a lo mejor voy a expedir las concesiones, pero van a quedar liberadas todas las vías, nada más para que se llegue a acuerdos, se arreglen las vías, se pongan las catenarias para electrificar, se compren los trenes, aquí tendría Ciudad Sahagún (sede de la empresa Alstom, donde se construyen los convoyes para el Tren Maya) trabajo para hacer cientos, miles de vagones y de trenes para comunicar todo el país, sería un gran proyecto a futuro. Mas ahora que todo va a ser eléctrico. Porque la tendencia es a dejar de utilizar combustibles fósiles”.
Cuando se descubrió, dijo, pidió al titular de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, Jorge Nuño, cerciorarse de que la cláusula establecía lo que se interpretaba.
Señaló que sintió la misma alegría que cuando se enteró que no se había concesionado ni el tren del istmo ni en del sur.
Para concretar el proyecto, subrayó el mandatario federal, se debe establecer el manejo de horarios para el tránsito de los trenes de carga y otros horarios para el de pasajeros.
“Pero es muy buen proyecto hacia adelante, para beneficio de la nación. Esta semana, tengo que elaborar el texto del memorándum”.