Ciudad de México. “Estamos felices de poder regresar a nuestro país, de poder regresar a casa, han sido momentos complicados” afirmó Blajaith Aguilar, coordinadora del equipo olímpico de gimnasia rítmica femenil, una de las mexicanas que llegó esta noche a México, a bordo de un Boeing 737 de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Reunidos frente a la aeronave, los repatriados, entre ellos 30 niñas y niñas y tres mujeres embarazadas, despejaron dos banderas nacionales, una manta con la leyenda “Misión Humanitaria”, corearon el Cielito Lindo y la porra deportiva “sí se pudo”.
Ya dentro de la Terminal Militar de Pasajeros de la Base Aérea Militar (BAM) No.1 de Santa Lucía, Estado de México, se vieron abrazos, besos y lágrimas de los viajeros y sus familiares que fueron a recibirlos.
“Cuando pasó eso (el primer ataque de Hamas) estábamos en el Monte de los Olivos, en Getsemaní, estábamos en un horario santa, en una misa, y cuando salimos está el bombardeo, ahí empezó todo”, narró Herminia Sédanos Hernández, habitante de Ario de Rosales, Michoacán, quien era parte de un grupo de 51 peregrinos católicos que visitaban Tierra Santa.
También parte de este grupo, Ana Verónica Moreno Flores y María Arcelia Fuentes Aguiar viajaron desde México con un Amlito de peluche.
“Desde México, desde aquí lo compré, dije no me hace bulto, no me hace peso, me lo llevo, sin saber lo que le espera a Amlito”, señaló.
El General Leobardo Ávila Bojórquez, quien pilotó el vuelo, señaló que fue un viaje largo pero que en todo momento se cuidó no poner en riesgo a los pasajeros.
“Se llevó todo un proceso para poder salir del Estado de Israel sabiendo las condiciones en las cuales se encuentra actualmente. Se cumplieron todos los protocolos que nos establecieron las autoridades aeronáuticas y las autoridades aeroportuarias para llevar a cabo esta misión con todas las medidas de seguridad y poder trasladar con bienestar y el mayor confort posible a nuestros connacionales aquí a nuestro país”, afirmó.