Un duelo de dibujantes entre el estadunidense Albert Hirschfeld y el mexicano Ernesto El Chango García Cabral tendrá lugar en las salas de exhibición de la Universidad de Guanajuato (UG), con motivo del 51 Festival Internacional Cervantino. Así, se enfrentarán dos provincianos: Hirschfeld (1903-2003), nativo de San Luis, Misuri, y García Cabral (1890-1968), oriundo de Huatusco, Veracruz, quienes disfrutaron de las mieles de la fama en las grandes capitales de sus respectivos países.

Mientras Hirschfeld participa con 70 caricaturas, El Chango lo hará con 30. Frente a esta aparente desventaja, hay que recordar que en 2005 la UG organizó una magna exposición del huatusqueño, curada por Horacio Muñoz. Fue el inicio del gran impulso para el rescate del caricaturista y su obra, señala Gloria Maldonado Ansó, quien cocuró la muestra con Ernesto García Cabral Sans, hijo del artista y quien falleció el 1º de septiembre pasado. Para la nueva muestra, Maestro de la línea: Estrellas de la farándula, se contó con el apoyo de Vicente García Cabral Sans.

La exhibición del estadunidense, su primera individual en México, se titula Leyenda en línea: El arte de Al Hirschfeld, iniciativa de Maldonado Ansó y la fundación que lleva el nombre del otro contrincante. Las exposiciones se realizan a través del proyecto Cultura UG, que dirige Osvaldo Chávez Rodríguez.

Ambas muestras se presentan en salas vecinas y evocan el programa de televisión mexicana Duelo de dibujantes, que deleitó al público entre 1953 y 1961 e incluso obtuvo el primer lugar de rating. En él alternaron caricaturistas como Cabral, Rafael La Ranita Freyre, Ernesto Guasp y Alberto Isaac. Conducido por el periodista Agustín Barrios Gómez, también participaron Abel Quezada y Ángel Zamarripa Facha.

El tema de la contienda es la farándula, pues tanto el trabajo de Hirschfeld como el de García Cabral se desenvolvió en el ámbito de la cultura popular. Los dibujos de Hirschfeld se imponen como uno de los esfuerzos más innovadores para establecer un lenguaje visual por medio de la caricatura en el siglo XX. Su trabajo, definido por un estilo caligráfico lineal, apareció en casi todas las publicaciones de envergadura a lo largo de nueve décadas (incluida una relación de 75 años con The New York Times), así como en varios libros, cubiertas de discos y 15 timbres postales.

A lo largo de 82 años el caricaturista registró y definió gran parte de la cultura popular, en especial con sus dibujos de artistas y producciones en Broadway y Hollywood. Creó imágenes icónicas de celebridades y espectáculos para periódicos, revistas, estudios de grabación y producciones teatrales. Estuvo presente en el nacimiento de la televisión y registró su primer medio siglo de vida. En sus dibujos grabó más música popular que cualquier mp3, cedé, elepé o fonógrafo.

Según Hirschfeld, su contribución consistió en tomar el personaje, creado por el escritor e interpretado por el actor, y reinventarlo para el lector. De acuerdo con el dramaturgo Terrence McNally, “nadie ‘escribe’ con más veracidad respecto de las artes escénicas que Al Hirschfeld, quien logra en una página en blanco, con su pluma y tinta en unos cuantos trazos, lo que muchos de nosotros necesitamos una vida de palabras para decir”.

El Chango brilló por su línea genial en una amplia variedad de estilos, sostiene Maldonado Ansó. Actualmente se le considera el ilustrador más notable de cuantos cultivaron el art déco en México. Su etapa más celebrada transcurrió entre los años 20 y 30, cuando colaboró en Revista de Revistas. La labor de García Cabral al servicio de la prensa gráfica le mereció el Premio Mergenthaler, que le entregó la Sociedad Interamericana de Prensa en Nueva York.

Según Maldonado Ansó, los momentos artísticos de El Chango corresponden a ciertas influencias deliberadas y a los espacios en los que colaboró, ya sea en el periodismo o la publicidad. También se desempeñó como cartelista de la época de oro del cine mexicano; asimismo, incursionó en la pintura y el muralismo.

Con todo y su refinamiento estilístico, no pocos le temieron a sus filosas caricaturas, que se comparaban con la espada que pendía sobre Damocles, ya que podían destrozarlos con una gran economía de trazos, asegura la curadora. De la mano de El Chango surgió un desfile inagotable de personajes, que lo convirtieron en testigo gráfico del acontecer internacional en los más diversos ámbitos.

Las exposiciones Leyenda en línea: El arte de Al Hirschfeld y Ernesto García Cabral, maestro de la línea: Estrellas de la farándula se inauguran el viernes y permanecerán hasta febrero de 2024 en la Universidad de Guanajuato.