Pobladores de Frontera Comalapa y Chicomuselo, Chiapas, informaron que la situación en las regiones sierra y frontera está “en relativa calma” debido a la presencia de las fuerzas de seguridad federal y estatal que llegaron a la zona hace dos semanas.
Sin embargo, expresaron su preocupación porque ante su eventual retiro como ha sucedido en ocasiones anteriores, se reactive la violencia provocada entre miembros de los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG) y de Sinaloa (CS) que se disputan el territorio.
“Sí, es cierto, hay patrullajes del Ejército Mexicano, pero sólo eso, pues no hay labores de investigación. En Comalapa, por ejemplo, siguen colocadas las plumas en las entradas y salidas, resguardadas por miembros de El Maíz, bases social del CJNG”, dijeron.
“La presencia de los uniformados ayuda a distanciar a estos grupos y la gente se mueve con más confianza, pero no resuelve el problema. Todos estamos sabedores de que cuando se vaya el Ejército regresará la violencia, a menos que lo dejen permanentemente”, manifestaron los pobladores consultados.
Afirmaron que hasta la fecha, después de dos semanas de presencia de las fuerzas de seguridad, no se sabe de detenciones de ninguno de los grupos. Si el gobierno federal tuviera voluntad de aplicar la ley tiene todas las facultades para solicitar cateos, porque, por ejemplo, las armas, el arsenal, la maquinaria y los vehículos están resguardados en la cabecera de Comalapa, pero el Ejército sólo realiza labores de vigilancia”.
Insistieron en que ello “sólo ayuda a tranquilizar las cosas de momento, pero no soluciona de fondo el problema”, por lo que pidieron al gobierno federal que no retire a los uniformados de la zona hasta que haya condiciones de seguridad.
Además, añadieron, “sigue igual el cobro de piso a los negocios, a las tienditas, a los mecánicos, a los balconeros, a los talacheros y demás personas que tienen algún pequeño negocio”.
Comentaron que en el vecino municipio de Chicomuselo los integrantes de El Maíz no tienen plumas, sino una cadena para tapar la carretera, pero ya retiraron la vigilancia, “tal vez por los patrullajes”.
La disputa por el territorio en esa región colindante con Guatemala comenzó hace más de dos años, cuando el Cártel de Sinaloa se dividió y un grupo se integró al CJNG, lo que incrementó los enfrentamientos, asesinatos, desapariciones y bloqueos carreteros.