Santiago. Al tiempo que el Consejo Constitucional chileno, dominado por la ultraderecha, terminó la redacción de un proyecto de constitución considerado por analistas valóricamente retrogrado y en lo institucional tan neoliberal como la vigente, sectores de la centroizquierda y disidentes de la derecha extremaban un intento de última hora para introducir modificaciones que, a su juicio, podrían "salvar" el proceso constitucional de un segundo y definitivo fracaso.
Anteayer (sábado) el Consejo entregó formalmente el texto de 219 artículos y 57 normas transitorias, a una "comisión experta" revisora que dispone de cinco días hábiles para formular observaciones, cambios y/o supresiones, antes de que el próximo lunes 16 esa propuesta regrese al Consejo donde se votarán las eventuales modificaciones sugeridas.
En abril/mayo pasados, esa comisión de 24 miembros, doce oficialistas y doce opositores derechistas, concordaron un anteproyecto que fue enviado al Consejo y sobre el cual éste realizó modificaciones sustantivas que, a juicio de la izquierda, más bien ratifican y agravan in extremis el régimen plasmado en la constitución de 1980, la del dictador Augusto Pinochet, consagratoria del neoliberalismo.
En el Consejo de 50 integrantes, los ultristas republicanos cuentan 22 delegados -tenían 23 pero uno debió renunciar tras conocerse acusaciones de abuso sexual-, la derecha "tradicional" dispone de 11 que sistemáticamente se plegaron a los ultraderechistas para aprobar el 95 por ciento de sus enmiendas al anteproyecto de los "expertos"; mientras que los 16 representantes de la centro izquierda vieron todas sus propuestas rechazadas.
La emergencia para la clase política emana de que, según encuestas, lo hecho por el Consejo tiene el respaldo del 16 por ciento de los electores para ratificarlo el próximo domingo 17 de diciembre, cuando irá a referéndum, mientras que el "en contra" está en torno al 60 por ciento.
Más información en la versión impresa...