Ciudad de México. En demanda de la no extradición a Estados Unidos y la liberación de Julian Assange, del periodista y fundador de WikiLeaks, integrantes de la Coalición Vida y Libertad Julian Assange se manifestaron a las afueras del edificio en donde están las oficinas de la Embajada de Reino Unido.
Edith Cabrera, comentó que el 4 de octubre “fue el aniversario 19 de la formación de WikiLeaks y estamos recordando sus filtraciones. La gran mayoría son violaciones a derechos humanos, y por esto es que está preso en Reino Unido. Estamos hablando que develó crímenes de guerra, tortura, vigilancia masiva, conspiraciones globales, y por esas mismas filtraciones es que en tribunales se han ganado casos a favor de los derechos humanos”.
Los manifestantes expusieron que el también activista australiano lleva casi 5 años preso, “y sin cargo alguno, y se espera una posible extradición a los Estados Unidos. Este mes regresaron de vacaciones los tribunales de Reino Unido, y se espera que den una respuesta si le permiten a Julian su última oportunidad de apelar o no”.
Cabrera refirió que “estamos consternados y molestos por todas las violaciones a los derechos humanos de los que ha sido objeto. Es un periodista que cumplió con su deber como tal, y no debería estar siendo tratado de esta manera. Estamos defendiendo su nombre, queremos una reivindicación de su nombre, pero también estamos defendiendo su vida y nuestro derecho a estar bien informados”.
Aseguraron que, “esto es un atentado en contra de los periodistas de investigación y en contra de cualquier ciudadano que pretenda ir en contra del pensamiento hegemónico y que hable verdades sobre ciertos gobiernos”.
Respecto al estado de salud de Assange comentaron que el último reporte que se tiene es de fines de 2019 y principios de 2020, cuando fue visitado por un psiquiatra, “y su diagnóstico fue terrible, porque presentaba un cuadro muy fuerte de depresión y tendencia suicida. Presentaba síntomas de una persona expuesta a tortura psicológica, por todos los años que estuvo refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres, y luego fue trasladado a una pequeña celda en prisión de Belmarsh. Allí permanece 22 horas al día como si fuera un criminal terrorista, y no ha cometido ningún delito”.
Destacaron que ya son más de 13 años de “persecución, porque desde antes de estar en la embajada ecuatoriana durante siete años, estuvo poco más de un año en arresto domiciliario, y desde 2019 fue llevado a la cárcel actual”.