Ciudad de México. Omar García Harfuch, aspirante a coordinar la Cuarta Transformación en la Ciudad de México, visitó este sábado la alcaldía Tlalpan, donde fue recibido por grupos que también apoyan a Claudia Sheinbaum, ex delegada de la demarcación.
En San Miguel Topilejo, último tramo de la capital, colindante con Morelos, representantes de los pueblos originarios de la zona le entregaron el bastón de mando, al tiempo de completar el ritual con la imposición del collar de flores y una limpia con incienso.
El ex jefe de la policía capitalina agradeció la deferencia y, tras saludar a los líderes locales, dio un mensaje de tres minutos (contra una hora de selfies) en el que pidió apoyo para lograr su objetivo.
Sin aludir a los cargos que conlleva ganar esta coordinación de la 4T, señaló que avanzar en esa ruta significaría trabajar “de la mano de una muy querida vecina de todas y todos ustedes y, por supuesto, me refiero a la doctora Claudia Sheinbaum, nuestra coordinadora nacional”.
Si bien el mensaje que leyó fue breve, García Harfuch incluyó la referencia a su trabajo de los cuatro años recientes, cuando Sheinbaum le encomendó estar cerca de los pueblos de Tlalpan, pero también se refirió al sentido de su reciente inscripción a Morena y lo que les significa la 4T.
“Creo firmemente que el ejercicio del poder solo tiene sentido si es para el servicio de los demás. Coincidimos con la visión humanista de nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador (…) Trabajemos juntos por una ciudad donde no haya divisiones ni desigualdades. Mi objetivo es hacer equipo con ustedes y, por supuesto, con la doctora Claudia Sheinbaum desde la ciudad de México, porque estoy seguro que bajo su liderazgo como la próxima presidenta de este país, consolidaremos la unidad y el progreso”.
Al final, aunque a algunos les sorprendió que para dar su discurso encargó a su asistente el collar y el bastón de mando, igual lo arroparon con porras y abrazos, y hasta una banda de música y danza de Chinelos que amenizó el auditorio del pueblo, a donde acudieron cientos de personas.
De sudadera gris y jeans, el “licenciado Harfuch”, como le dicen algunos, se dio tiempo para saludar y tomarse la foto con quien se lo pidiera, particularmente con las mujeres de todas las edades a quienes emociona mucho conocerlo en persona. "Ay, me abrazó", presumía una joven a sus amigas, todas procedentes de las colonias del centro de Tlalpan.