San Sebastián Tutla, Oax. Cientos de migrantes cruzan día a día el estado de Oaxaca, esto con la esperanza de avanzar hasta la frontera norte con la intención llegar a los Estados Unidos; sin embargo, a su paso por territorio nacional soportan un sin fin de problemas y amenazas, mismas que en ocasiones llegan desde las mismas autoridades; en la entidad se han instalado tres Centros de Movilidad Migratoria donde se agrupan para poder tomar su transporte y continuar con su camino, pero las condiciones no son las adecuadas.
De acuerdo con el gobierno del estado, estos centros han sido considerados solo como una zona de transferencia, en la que los migrantes solo deben tener una estancia de unas horas; no obstante, esto dista de la realidad, pues si bien hay grupos que sí logran seguir su camino en un mismo día, hay quienes se han quedado sin nada, por lo que no pueden comprar los boletos de autobús para seguir su viaje.
El programa comenzó operaciones el pasado 25 de septiembre por parte de la Secretaría de Gobierno, según un informe de la dependencia en los tres centros instalados se han trasladado a más de 20 mil personas entre el 25 de septiembre y primero de octubre; los servicios que se prestan en cada uno de estos lugares son “un módulo de venta de boletos, seguridad pública, seguridad vial, un módulo médico, atención de emergencias, sanitarios gratuitos, centros de carga para teléfonos móviles, agua potable y alumbrado”.
Sin embargo, al acudir al lugar, se constató únicamente la presencia de una patrulla de la Policía Estatal, no había elementos de la policía vial estatal ni de la Guardia Nacional tal y como se anunció, al interior, hay dos casetas de venta de boletos, una de Autobuses de Oriente y una de la empresa local Fipsa, quienes ofertan los boletos para la Ciudad de México con un costo mínimo de 490 pesos.
Asimismo, en el predio fueron colocados baños portátiles para el uso de los migrantes; sin embargo, no existen regaderas, por lo que hay quienes optan por darse una ducha con cubeta y vasos con la ropa puesta; hay una lona que cubre la mitad del predio, sillas y tablones. No existe un lugar para descansar, por lo que que los extranjeros colocan cartones en el suelo para poder acostarse o utilizan las mesas o sillas.
Carlos y Adriana, provenientes de Venezuela, señalaron que travesía ha sido muy complicada, su mayor temor era el cruce de El Darien, entre Colombia y Panamá. Al continuar con su paso se dieron cuenta que lo más difícil ha sido el resto del viaje, pues se han tenido que enfrentar a violencia y abusos. En México, aunque los han tratado bien, han recibido malos tratos y abusos, principalmente por personal del Instituto Nacional de Migración, quienes le quitaron todo lo que traían, dejándoles solo lo equivalente a 100 quetzales (229.38 pesos mexicanos).
Pese a eso y a las malas condiciones en las que viajan, mantienen el buen ánimo y aseguraron que no se quejan de nada, pues pese a los abusos el pueblo mexicano los ha recibido muy bien y los han apoyado mucho.
Isabel Velasco Luna, jefa de la oficina del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés), en la frontera sur, refirió que ya ha visitado el centro de Tapanatepec y el de Putla, falta el de Juchitán, la intención es verificar las condiciones en las que se encuentran los migrantes en estos espacios, que si bien no son las mejores, se está trabajando para poder brindar mejor atención en coordinación con autoridades estatales y federales.