Ciudad de México. Un homenaje para el pensador, poeta y activista Enrique González Rojo Arthur y para la escritora y promotora cultural Alicia Reyes marcó el lanzamiento de la colección Somos algo que no nos pertenece, desarrollada la noche de este miércoles en el Palacio de Bellas Artes.
En la presentación de editorial Trajín, que reúne ocho plaquettes de integrantes del taller de creación literaria nombrado en honor de los dos “maestros titanes”, el tallerista Fernando Corona pidió un minuto de aplausos para González Rojo Arthur (1928-2021) y Reyes (1940-2019), respondido con un entusiasta ovación del público que atiborró la sala Adamo Boari del recinto capitalino.
El poeta autor de más de 20 libros recordó que lo que vivió con ellos “tiene la sangre, latido y nervio” que rescató en su texto Espacios de un nuevo ateneísmo: 10 años del taller literario González Rojo Arthur / Reyes, que integra la nueva colección de la editorial Trajín.
Añadió que el taller, con más de 50 alumnos, es un tributo y seguimiento de la resistencia de las figuras mencionadas y expresó el cariño que siente por ellos. También contó algunas de las enseñanzas que recibió de Enrique González Rojo.
En la actividad de este miércoles, Gerardo Solano Melgarejo, autor del poemario La ofrenda del navegante, le dedicó sus textos a su familia, maestros, compañeros y amigos, así como “a los que padecen represión, a los talentos ignorados, para ellos aquí está nuestra palabra en resistencia”. Enseguida leyó algunos de los 51 poemas breves incluidos en su título.
También participaron el resto de los autores del conjunto de libros: Viani Fil con Vidas en resonancia, Tiana Levary y sus Cuentos subversivos de niñas inadaptadas y una que otra retorcida, Carmen Moreno con Cuentos del recuerdo, Josefa de Rita y su poemario En la playa, Lourdes Cantú con Hoy que ya nos vence el tiempo y Luz Del Carmen Urban con ¿Esa negrura en la luz es presagio?
Fernando Corona reseñó que La ofrenda del navegante “es una poética del vaivén y el malabar de Gerardo Solano, ese duro ejercicio del que logra ponerse en cubierta y saberse retar, y la forma intensa de pintar el alma de Carmen Moreno que logra hacer auténticos óleos”.
Agregó que Viani Fil plasma “entreverados entre lo fílmico, lo fotográfico, lo novelesco y presenta una cruda realidad de este país; el humor corrosivo que sanea y raspa de Tiana Levary, ese difícil ejercicio de lograr que esa corrosión entre también por las venas y vaya recorriendo los más raros recovecos en una ciudad como es la de México.
“El hálito vital que es rito de Luz del Carmen Urbán en donde ella permite ir recorriendo la negrura, la luz, el presagio bajo esos preceptos arcaicos del oráculo; la prodigiosa labor de desafiar el tiempo de Lourdes Cantú, que las antiguas poéticas lo aclamaban para hacer que algo perdure al menos el tiempo necesario, y la palabra que es polvo de estrellas y profundidad de espíritu de Josefa de Rita, que desde una playa abre un universo que incluso va recorriendo otras literaturas y tradiciones.
En la actividad también participaron Arturo Texcahua, editor de Trajín, el poeta y ensayista Obed González y la moderadora María Elenal Maldonado.
El taller surgió en 2013 en el Museo Nacional de Arte y ha persistido durante diez años en espacios como el Centro Cultural La Pirámide, Casa Azuela, Fundación Cimdara y la Biblioteca Doctor Mario de la Cueva.