Moscú. La firma de un tratado de paz entre Armenia y Azerbaiyán, cuyo primer paso para consensuar un documento que certifique el fin de más de 30 años de disputa territorial en Nagorno-Karabaj que estaba previsto para este miércoles en la ciudad española de Granada, con la mediación de Alemania, Francia y la Unión Europea, tendrá que esperar, debido a que se canceló la reunión.
El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, declinó viajar a España por la “atmósfera antiazerí” que, de acuerdo con APA, la agencia noticiosa oficial de ese país del Cáucaso del sur, crearon los mediadores.
La víspera la canciller gala, Catherine Colonna, al reunirse en Yereván con el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, condenó los “crímenes” cometidos por Azerbaiyán en Nagorno-Karabaj, enclave armenio que proclamó su independencia en 1991 y, al no acudir en su ayuda nadie, se disolvió después de día y medio de intensos bombardeos y combates.
Colonna anunció también que París va a suministrar armas a Yereván para que “pueda hacer frente a la amenaza” de Bakú, acusación que la cancillería azerí calificó de “infundada” al insistir que la región del Karabaj es desde siempre parte de su territorio.
De su lado, Alemania rechazó la petición de Azerbaiyán de incluir en el encuentro al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, el principal aliado de Bakú, quien a raíz del desaire se declaró “resfriado”, por lo cual tampoco asistirá al encuentro de la Comunidad Política Europea a celebrarse este jueves en la misma ciudad andaluza.
En tanto, en entrevista con el canal de televisión Euronews el martes anetrior, Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, uno de los cargos más importantes de la Unión Europea, se mostró “extremadamente decepcionado” por la decisión de Azerbaiyán de resolver por la fuerza el añejo conflicto y acusó a Rusia, al mantenerse al margen en Nagorno-Karabaj, de “traicionar al pueblo armenio”.