Ciudad de México. Ante el aumento del gasto en los proyectos prioritarios de la presente administración, así como de la consolidación de una mayor demanda por espacios industriales, la inversión en instalaciones, maquinaria y equipo total en México, de origen nacional e importado, creció 29.5 por ciento anual en julio, lo que representó su mayor avance en 26 meses, revelaron cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El Indicador Mensual de la Inversión Fija Bruta de julio de 2023 se ubicó en 117.7 puntos, por lo que llegó a un nuevo máximo histórico, impulsado por la aceleración del crecimiento de la construcción de 37.2 por ciento anual y de maquinaria y equipo de 20.3 por ciento, ambos componentes rondando niveles históricos.
Así, la construcción no residencial se disparó 70.9 por ciento en julio respecto al mismo mes de 2022, gran parte proviene de obras de ingeniería civil, y maquinaria importada 23.1 por ciento en el periodo de referencia.
La inversión acumuló un incremento de 20 por ciento anual en los primeros siete meses del año, muy superior al aumento de 8.8 por ciento anual observado en el mismo periodo de 2022. Asimismo, la inversión mostró un crecimiento de 13.9 por ciento frente al récord en noviembre de 2016.
La formación bruta de capital mostró una desaceleración mensual en julio, pues creció 0.5 por ciento, luego de que en junio avanzó 3.3 por ciento respecto a mayo del presente año.
El dato estuvo apoyado por la construcción, que creció 1.9 por ciento, sumando siete meses consecutivos al alza. La no residencial avanzó 2.2 por ciento y la residencial aumentó 1.2 por ciento.
A pesar de los avances anuales, éstos se han visto apoyados por el cambio de año base a 2018. Adicionalmente, destacamos que el indicador ya ha superado los niveles observados antes de la pandemia, y que la tendencia al alza continuará los siguientes meses
, destacó Eduardo Suárez, vicepresidente de análisis económico para América Latina de Scotiabank.
Señales de fatiga: analistas
Por su parte, el indicador de consumo privado, que mide la compra de bienes y servicios por parte de las familias en México, con excepción de vivienda y bienes de lujo, se estancó en el séptimo mes del año.
De acuerdo con el Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interior (IMCP), el cual dio a conocer ayer el Inegi, el consumo privado mantuvo en julio el mismo nivel que en junio en términos reales, afectado por el descenso de los bienes importados, que durante cuatro meses impulsaron el consumo en el país, debido a la apreciación del peso mexicano frente al dólar.
El Indicador Mensual del Consumo Privado se ubicó en 108.2 puntos, mismo nivel que en junio (un máximo para el indicador).
Por componente y con datos ajustados por estacionalidad, el consumo de bienes de origen importado se contrajo 1.1 por ciento en el séptimo mes del año, su primera caída mensual luego de cuatro avances consecutivos. Asimismo, se observó una desaceleración en el crecimiento anual a 19.1 por ciento.
Mientras tanto, los servicios nacionales retrocedieron en julio 0.6 por ciento, luego de que en junio avanzaron 0.1 por ciento mensual y en mayo cayeran 0.4 por ciento. En su comparación anual, los servicios se desaceleraron de 5.3 a 3.5 por ciento anual en junio y julio.
La caída de las importaciones y servicios nacionales no pudo ser compensada por el crecimiento de los bienes nacionales, que subieron 1.4 por ciento mensual en julio, tras dos caídas consecutivas. Con respecto a julio de 2022, los bienes nacionales cayeron 0.8 por ciento.
“Las señales de fatiga en el consumo se dan pese a que el desempleo se mantuvo cercano a su mínimo histórico, la inflación –aunque sigue elevada– continuó cediendo (4.79 por ciento anual, mínimo desde marzo de 2021) y a la alta confianza del consumidor; se avecina un enfriamiento de la economía”, describió Ángel Huerta, analista económico de Ve por Más.