Estocolmo. La franco-sueca Anne L’Huillier, el francés Pierre Agostini y y el austro-húngaro Ferenc Krausz ganaron el Premio Nobel de Física por estudiar los electrones de los átomos durante las fracciones de segundo más diminutas, campo que algún día podría contribuir a mejorar los dispositivos electrónicos y el diagnóstico de enfermedades, se informó ayer.
El trabajo de L’Huillier, Agostini y Krausz es sobre las partes diminutas de cada átomo que giran en torno a su núcleo y que son fundamentales prácticamente para todo: la química, la física, nuestros cuerpos y aparatos.
Los electrones se mueven tan deprisa, que aislarlos se escapa de la capacidad humana, pero al observarlos en la fracción de tiempo más pequeña posible –un attosegundo, que corresponde a un trillonésimo de segundo, es decir, 0.000000000000000001–, los científicos ahora tienen una imagen borrosa
de ellos, lo que abre toda una nueva dimensión de la ciencia, señalan expertos.
Los electrones son muy rápidos y (...), en realidad, la fuerza de trabajo para todo
, explicó Mats Larsson, miembro del Comité del Nobel. Controlarlos y comprenderlos, se ha dado un gran paso adelante
.
Sus experimentos han dado a la humanidad nuevas herramientas para explorar el mundo de los electrones dentro de átomos y moléculas
, según la Real Academia Sueca de las Ciencias, que anunció a los ganadores del galardón. Los expertos han demostrado una forma de crear pulsos en extremo cortos de luz que pueden utilizarse para medir los rápidos procesos con los que los electrones se mueven o cambian de energía. En este momento, esa rama de la ciencia se centra en comprender nuestro universo más que en aplicaciones prácticas, pero hay esperanzas de que permita mejoras en los dispositivos electrónicos y el diagnóstico de enfermedades
, agregó Larsson.
En una entrevista telefónica in situ, L’Huillier (París, 1958) afirmó: es increíble, ya que no muchas mujeres (científicas) lo obtienen
.
En 1987, descubrió que surgían muchos matices de iluminación diferentes cuando transmitía luz láser infrarroja a través de un gas noble. Desde entonces, ha seguido explorando este fenómeno, sentando las bases para avances posteriores.
Profesora en la Universidad Lund de Suecia, explicó que sus estudios, además de analizar los electrones, tenían aplicaciones concretas en la industria de los semiconductores y las técnicas de imagen.
Agregó que en estos procesos, los electrones se parecen más a olas, y lo que intentamos medir con nuestra técnica es la posición de la cresta de ellas
.
La científica ya figuraba entre las favoritas al galardón después de ganar en 2022 el prestigioso premio Wolf, a menudo precursor del Nobel, junto con Krausz y el canadiense Paul Corkum.
Agostini (Francia, 1941), por su parte, obtuvo su doctorado en 1968 en la Universidad de Aix-Marsella. Actualmente, es profesor en la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos.
En 2001, creó una serie de pulsos de luz de 250 attosegundos cada uno. En esa época, Krausz trabajaba en otro experimento que le permitió aislar un pulso de luz de 650 attosegundos.
Desde entonces, se han publicado numerosos estudios
, subrayó Agostini en una entrevista difundida por su universidad. Es verdaderamente fantástico, cuando pienso en ello, que haya llegado tan lejos
.
Krausz (Hungría, 1962), director del Instituto Max Planck de Óptica Cuántica, en Alemania, comentó que no se esperaba la llamada.
Sostuvo que con sus investigaciones y la de muchos científicos y equipos se ha conseguido seguir en tiempo real los procesos más rápidos que existen en la naturaleza fuera del núcleo atómico, a saber, el movimiento de los electrones.
Estos movimientos inician cualquier proceso molecular en los organismos vivos y son, en última instancia, causantes del desarrollo de enfermedades al nivel más fundamental
, destacó. Por tanto, los hallazgos en este campo podrían ser importantes para la medicina.
Hoy se anunciará el premio de Química, mañana el de Literatura y el viernes el de la Paz, desde Oslo. El lunes se desvelará el de Economía, el último en crearse.
Los laureados de esta edición recibirán un premio de casi 994 mil dólares (unos 17 millones 930 mil pesos), lo que supone el mayor monto en la historia de estos premios.