En el marco del 55 aniversario de la represión estudiantil por parte de las fuerzas armadas del 2 de octubre de 1968, el presidente Andrés Manuel López Obrador insistió que el Ejército recibió órdenes de quien entonces era el comandante supremo, el presidente Gustavo Díaz Ordaz, además que “hay elementos para sostener” que quienes participaron en las acciones directas contra los jóvenes fueron elementos del Estado Mayor Presidencial.
En la mañanera, a pregunta expresa, el mandatario federal aprovechó esta fecha para reivindicar la “lealtad” del Ejército con el pueblo y las instituciones; así como para anunciar que antes que termine su mandato insistirá en enviar una nueva reforma al Congreso de la Unión para que la Guardia Nacional pase a ser parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), esto después del revés de la Suprema Corte que dio marcha atrás hace unos meses a esa transferencia.
“La actuación del Ejército en momentos difíciles, reprobables, que han incluso manchado a esa institución tan importante para mantener la integridad de nuestro territorio, la defensa de nuestra nación y también para conseguir la seguridad interior, cosa que se ha hecho de parte del Ejército con lealtad y debemos tomar en cuenta que el Ejército mexicano surge de un movimiento revolucionario, surge para restablecer la legalidad después de un golpe de Estado, no es un ejército como otro, es un ejército popular, los soldados son pueblo uniformado, eso debe de tomarse en cuenta.
“Considerar que en esos momentos difíciles como el 68, el 2 de octubre del 68, que ‘No se olvida’, el Ejército recibe órdenes, actúa en casos como ese, no en todos los casos, pero sí en casos como esos, recibiendo órdenes del comandante supremo de las fuerzas armadas, en ese entonces el comandante supremo de las fuerzas armadas era el presidente Gustavo Díaz Ordaz. No estoy diciendo nada que no se conozca, él mismo asumió su responsabilidad, Gustavo Díaz Ordaz, primero”.
En segundo término, el mandatario reafirmó que “hay elementos para sostener que en la represión del 2 de octubre del 68, quienes participaron de manera directa fueron miembros del Estado Mayor Presidencial”.
Recordó que en su momento en ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas le contó una anécdota de cuando, en 1969, un año después de la represión al movimiento estudiantil, el entonces secretario de la Defensa Nacional, Marcelino García Barragán, visitó al ex presidente Lázaro Cárdenas para contarle, “llorando, que en el 68 había participado el Estado Mayor Presidencial y que la culpa se la habían cargado al Ejército, y que también el Estado Mayor había tenido injerencia en el supuesto accidente donde explota el avión en el que iba Carlos Madrazo”.
En tercer punto, el mandatario federal refirió que había una realidad al interior de las fuerzas armadas: que el Estado Mayor era un “cuerpo de élite, como los fifís” del Ejército, que tenía un poder al grado de “tenían prácticamente secuestrado al presidente”. De ahí que tomó la decisión al inicio de su mandato de extinguir a ese cuerpo formado por 8 mil elementos.
Así, López Obrador aseguró que “tememos ahora un Ejército pues leal, sobre todo al pueblo, a las instituciones. Porque yo creo que la lealtad tiene que ser a los ideales, a los principios, lealtad al pueblo, lealtad a la patria. La lealtad a las personas a veces, o casi siempre, es muy relativa, y se puede caer en la abyección, en el servilismo, tenemos que procurar siempre que haya lealtad al pueblo y a la patria”.
Afirmó que el Ejército cumple cinco misiones estratégicas: la defensa del territorio y la soberanía nacional; la seguridad interior y labores para garantizar la paz y la tranquilidad en el país, “no es militarizar”; el apoyo social, que se mostró con la distribución por todo el territorio de 200 millones de vacunas contra el Covid-19; la construcción de obra pública de infraestructura; y el apoyo a la población ante desastres debido a fenómenos naturales con el Plan DN-III.
Fue en este marco que el titular del Ejecutivo anunció que antes que termine su sexenio “voy a volver a enviar una iniciativa, porque quiero que la Guardia Nacional dependa de la Sedena, para que no suceda lo que pasó con la Policía Federal, que se manejó sin disciplina, sin profesionalismo, se corrompió, de ahí salió (Genaro) García Luna y otros.
“Sería muy lamentable que hemos creado la Guardia Nacional que está funcionando muy bien, que tiene 120 mil elementos, se han construido más de 400 cuarteles, está en todo el país. Ayer que pasa este accidente lamentable en Ciudad Madero, y ahí está la GN y la Sedena, en auxilio del pueblo. Entonces no quiero que quede dependiendo de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana ni de Gobernación, porque no ha sido buena la experiencia”.