Ivón Ruiz Cerón, juez del sistema de justicia para adolecentes del distrito de Pachuca con una experiencia de 23 años renunció a su cargo tras interponer un amparo ante un juzgado federal en contra del mismo Tribunal Superior de Justicia de Hidalgo (TSJH) toda vez que consideró que se vulneraron tanto sus derechos como los de su hija de ocho años al obligarla a cambiar de cargo en el que no está especializada así como de ciudad de un día para otro. 

 

Explicó que la noche del 15 de marzo pasado, la Secretaría General del TSJH le notificó que para el día siguiente tendría que dejar su cargo y asumir el de jueza de ejecución para adultos en Ixmiquilpan, ciudad ubicada a 90 kilómetros (poco más de una hora en auto). 

 

Aclaró que ella no había competido para dicho cargo, que no tenía los conocimientos necesarios para desempeñarlo, porque según explicó "es muy diferente el sistema de justicia para adolecentes al de ejecución para adultos" y que el TSJ solo "me dio once horas y media" para "cambiar mi vida" y estudiar todo lo relativo al nuevo cargo. 

 

Dijo que  su temor era que por falta de conocimiento de los procesos para ejecución para adultos, pudiera incurrir en una omisión. 

 

Reveló que este tipo de situaciones ha pasado con otros jueces que son asignados a tras áreas de las que les falta conocimiento lo que no garantiza a las personas un adecuado acceso a la justicia. 

 

Agregó que cuando llegó a Ixmiquilpan, se le informó que no solo tendría que atender casos penales de ese municipio, sino de otras ciudades de todo el circuito judicial, aún más lejanas como Jacala y Huichapan. 

 

Por la prontitud de la reubicación de residencia hizo que fuera imposible que cambiará de escuela a su hija de ocho años y de que no la pudiera llevar al colegio y atender a la niña por las tardes. 

"Yo no tengo a nadie que la cuide", dijo por lo que tuvo que pedirle a vecinas que llevarán o fueran por su hija a la escuela y a directora a que permitieran se quedará en el plantel hasta mucho tiempo después de terminadas las clases. 

 

Comentó que la magistrada presidenta del TSJH Rebeca Stella Aladro Echeverría presume de  que en el Poder Judicial de la entidad hay una "política de puertas abiertas", en realidad sólo se trata de un eslogan. 

 

Aunque solicitó una audiencia con Rebeca Stella Aladro para tratar su asunto, la magistrada jamás aceptó reunirse con ella.

 

Ante la negativa de Stella Aladro de recibirla, Ivon Ruiz decidió interponer el amparo ante la justicia federal tras lo cual renunció la mañana del 2 de octubre 

 

"Tal parecía que por haber interpuesto el amparo, me convertí en enemiga del Poder Judicial". 

Finalmente, dijo que en el informe que Stella Aladro entregó al juzgado federal donde se interpuso el amparo para justificar la asignación a otro cargo "por el que no competí" fue el que Ivón Ruiz había dado clases en instituciones educativas. 

 

"Cuando un juez o jueza interpone un amparo contra de los actos de su mismo  tribunal por violaciones a sus derechos y de sus hijos algo está mal en el tribunal" remató.

Aclaró que ella se ganó su cargo con trabajo y no por recomendaciones o por estar casada con algún poderoso funcionario del tribunal como según dijo sin decir nombres, ocurre con algunas personas. 

 

Sobre esta situación, el TSJH no ha hecho ningún pronunciamiento.