Nueva York. El presidente del sindicato estadunidense del automóvil, la UAW (United Auto Workers), Shawn Fain, llamó este viernes a 7 mil trabajadores más a sumarse a la huelga en curso en el sector.
El llamado atañe a dos plantas, una de Ford en Chicago y otra de General Motors en Lansing (Michigan).
Estos empleados se sumarán a los 18 mil 600 ya en cese de actividades en el marco de este movimiento que comenzó hace dos semanas en busca de mejoras salariales para los obreros de estas dos firmas y Stellantis (Chrysler, Fiat, Peugeot, entre otras).
El dirigente precisó que la ampliación de la huelga este viernes no incluye a Stellantis debido a "progresos significativos" en varios puntos en discusión.
Mencionó un mecanismo de ajuste de salarios en función del costo de vida y el derecho de hacer huelga en caso de cierre de fábricas o deslocalizaciones de producción por parte del fabricante.
"Estamos entusiasmados de ver este impulso en Stellantis", dijo el líder del poderoso sindicato.
La semana pasada la UAW había saludado avances significativos con Ford.
Pero el viento parece haber cambiado, y el presidente de la UAW criticó públicamente esta semana a Ford por haber suspendido, el lunes, la construcción de una fábrica de baterías en Michigan, considerada como un proyecto mayor por la firma.
La huelga se ampliará así a mediodía hora de Detroit a unos 25 mil 600 trabajadores sindicalizados. La mayoría de los 146 mil miembros del sindicato prosiguen sus labores.
Los trabajadores en huelga recibieron el apoyo esta semana del presidente Joe Biden, quien se desplazó el martes a un piquete en un centro de distribución de autopartes de GM en Belleville, en los suburbios de Detroit.
El mandatario consideró legítimo que el sindicato reivindique un aumento de salarios de 40 por ciento para el nuevo acuerdo colectivo a cuatro años.
El ex presidente Donald Trump estuvo en la región el miércoles, visitando una fábrica de piezas independiente de los fabricantes y fuera de la órbita del sindicato UAW.
Trump señaló a Biden como el causante del conflicto por su política de transición energética hacia vehículos eléctricos.