La actividad económica de México continuó expandiéndose en el tercer trimestre del año, aunque hacia adelante persiste el riesgo de un debilitamiento, debido al complejo panorama externo, afirmaron el viernes autoridades financieras del país.
En una actualización de su balance de riesgos, el Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero (CESF) dijo que aun así el sector continúa mostrando “resiliencia”, respaldado por una banca comercial que cuenta con niveles de capital y liquidez que exceden “con holgura” los mínimos regulatorios.
De acuerdo con el CESF –que tiene entre sus miembros a funcionarios de la Secretaría de Hacienda y del Banco de México, además de los titulares de reguladores financieros mexicanos–, se espera que la demanda interna siga impulsando la economía local, que en el segundo trimestre creció 0.8 por ciento, según datos oficiales.
El gobierno aún no ha dado a conocer sus cálculos sobre el desempeño del Producto Interno Bruto (PIB) entre julio y septiembre. Se espera que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), divulgue a finales de octubre su previsión oportuna del PIB trimestral.
La Secretaría de Hacienda calcula en su proyecto de presupuesto del próximo año que la economía mexicana, la segunda más grande de América Latina, crecerá entre 2.5 y 3.5 por ciento tanto en 2023, como en 2024.