Ciudad de México. El saldo de la cartera de crédito vigente que otorga la banca comercial al consumo ascendió en agosto a un billón 339 mil millones de pesos, monto que se tradujo en un avance de 12.9 por ciento real frente a igual lapso del año pasado, informó este viernes el Banco de México (BdeM).
Los datos sobre los agregados monetarios muestran que en el octavo mes del año el financiamiento otorgado por las instituciones financieras privadas fue mayor en 21 mil millones de pesos frente al octavo mes de 2022.
De acuerdo con el banco central, el saldo de la cartera de crédito otorgado por la banca comercial creció 12.9 por ciento en agosto frente a igual periodo del año pasado, lo que representó su mayor incremento, después de 21 meses de retrocesos.
El subsegmento con mayor crecimiento fue tarjetas de crédito, cuyo saldo ascendió a 507 mil millones de pesos, dato que observó un crecimiento de 17.2 por ciento en términos reales a tasa anual.
Los créditos otorgados para adquirir bienes de consumo duradero ascendieron a 212 mil millones de pesos en el octavo mes del año, monto que significó un avance de 12 por ciento a tasa anual, impulsado principalmente por el financiamiento automotriz que creció 13.9 por ciento al ubicarse en 178 mil millones de pesos.
Los créditos de nómina, cuyo saldo se ubicó en 348 mil millones de pesos. La cifra se tradujo en un incremento de 10.5 por ciento frente a agosto del año pasado.
El saldo de crédito de las instituciones bancarias comerciales para vivienda ascendió en el octavo mes a un billón 284 mil millones de pesos, cifra que se tradujo en un aumento de 5.5 por ciento frente a igual lapso del año pasado.
En agosto el crédito vigente de la banca comercial al sector privado registró un saldo de 4 billones 461 mil millones de pesos, monto que significó un aumento de 6.0 por ciento real anual. El dato es superior al observado en el mismo mes del año pasado, cuando creció 3.33 por ciento.
En el octavo mes del año el crédito de la banca comercial continuó avanzando y registró su decimoséptimo incremento consecutivo, después de una racha de 20 meses en terreno negativo, derivado del impacto de la pandemia en la demanda de crédito, por parte de los agentes económicos.