Ciudad de México. Los clásicos tienen un sabor diferente en el América. No importa cómo se juegue ni cuál sea el estadio, lo que vale es ganar ante sus más grandes rivales. El técnico André Jardine sabe que no hay otro con más historia que el Guadalajara, pero advierte que la pasión suele desbordarse también cuando enfrenta a Pumas, al que reciben este sábado en el estadio Azteca.
“En partidos como éste no se habla antes, sino en la cancha”, dice el brasileño con la confianza de haberlo hecho contra Chivas (4-0) y Cruz Azul (3-2), los otros encuentros de gran rivalidad en el futbol mexicano.
“En el partido ante Chivas, el apoyo fue impresionante. No es fácil llenar el Azteca, pero nuestro equipo juega con un jugador más. Quiero que nos sintamos en casa, muy apoyados, fuertes, porque cuando el América siente el apoyo de afuera es un equipo casi imbatible en su estadio”, agrega.
En caso de salir victorioso frente a los felinos, Jardine entrará en el selecto grupo de entrenadores que ha ganado los tres clásicos en una misma campaña.
“Cuando vives partidos especiales, sientes algo diferente. Intentas pensar en los más mínimos detalles. A partir del momento que entras a la cancha, con una energía tan grande, cada jugador vive el partido de manera especial. Las marcas personales quedan en segundo plano”.
Sobre la situación del portero Luis Ángel Malagón y el volante Diego Valdés, quienes presentaron dolencias musculares en el pasado duelo contra Toluca, el estratega prefiere esconder sus cartas. No ofrece ni una mínima posibilidad para que Pumas tome ventaja.
“Es un día que antecede un partido tan importante como el clásico. No quiero regalar información al rival.Algunos con chances de estar en el partido, otros no. Vamos a estar muy fuertes. Es momento de demostrar la fuerza del elenco”.