Ciudad de México. El desastre ambiental en la cuenca del río Sonora, ocasionada por el derrame de 40 millones de litros de residuos peligrosos de la minera Buenavista del Cobre de Grupo México en 2014, fue causado por un diseño inadecuado del sistema de presas de la planta, señaló la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Precisó que aún hay contaminación a lo largo del río y en las comunidades.
Hay presencia de metales pesados, de arsénico, hierro, fluor, los cuales se bioacumulan en las personas, indicó y ante los resultados del Dictamen diagnóstico ambiental, elaborado por la dependencia, su titular, María Luisa Albores, dijo que no acepta el cierre del fideicomiso establecido con 2 mil millones de pesos para la reparación del daño y que dejó de operar a finales del sexenio pasado, pero no precisó si buscará reabrirlo.
El reporte, realizado por los institutos Mexicano de Tecnología del Agua y el Nacional de Ecología y Cambio Climático, indica que en Cananea la contaminación por metales pesados en el suelo de la región sonorense es alarmante, el arsénico tiene valores por arriba de la normativa y tras nueve años del derrame la contaminación en agua y sedimentos persiste, poniendo en riesgo la salud de la población.
Refiere que los resultados de calidad de agua superficial a lo largo del río Sonora, indican que la remediación no fue realizada “pues se detectó contaminación por metales pesados en el río, desde la parte alta y hasta la presa el Molinito”. Además la minera acapara el 57 por ciento del volumen concesionado de agua subterránea y hay una sobreexplotación del acuífero, lo cual no se debe a la sequía sino a la actividad minera.
El arsénico está presente en todas las muestras realizadas en tomas de agua domiciliarias, y se encontró presencia de aluminio en las ubicadas en la Capilla y Mazocahui, indica el documento.
En la presentación del reporte, Adrián Peraza del IMTA, dijo que habia presas de la planta minera, en las que se almacenan los desechos mineros, que nunca operaron. Se analizaron las lluvias y se encontraron dos eventos importantes, pero no extraordinarios, lo que “indica que hubo un diseño deficiente del sistema de presas, la empresa después hizo una readecuación de ellas y las que había en 2014 fueron destruidas, se hicieron otras con manejo de lluvias extremas”.
Mencionó que en 2011, Buenavista del Cobre elevó su producción de cobre y comenzó un declive del acuífero, en 2020 se extraía mucho más agua de lo que se recarga en la región de forma natural, además sobre el agua subterránea, se encontró que 50 por ciento de pozos tienen parámetros fuera de norma, y en fuentes de agua potable subterránea hay problemas en la salud del líquido, en este caso es más dificil relacionar el derrame, precisó.
El documento refiere que las pérdidas económicas, actualizadas son de alrededor de 20 mil 508 millones de pesos, “se puede determinar que ni el monto pagado por la multa ni las compensaciones entregadas por el Fideicomiso río Sonora, bajo ningún escenario, cubrieron los efectos directos, indirectos y acumulativos en la población, los ecosistemas y la economía, ni los costos de monitoreo y atención de la salud y la calidad de las matrices ambientales y de salud”.
