Madrid. El nacionalismo catalán acordó una estrategia común para las negociaciones, ya abiertas pero que se mantienen en secreto, con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) para apoyar la investidura del presidente en funciones, Pedro Sánchez. Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Junts per Catalunya (JxCat) registraron en el Parlamento autonómico una resolución en la que exponen por escrito y en pública las principales condiciones para dar su apoyo en la reelección de Sánchez: la ley de amnistía y el compromiso por parte del Ejecutivo español de “trabajar para hacer efectivas las condiciones para la celebración de un referéndum”.
A pesar de que en el Congreso de los Diputados todavía está abierta la sesión de investidura del candidato de la derecha, Alberto Núñez Feijóo, el principal foco de atención lo sigue teniendo las negociaciones entre el PSOE y el separatismo catalán. El líder del PP, que perdió por 178 a 172 en la primera votación, protagonizará este viernes una breve sesión parlamentaria antes de que se produzca la segunda y última votación de su investidura, en la que sólo se exige mayoría simple, pero que en cualquier caso está también condenada al fracaso.
De ahí que el interés mediático esté sobre todo en lo que ocurre en Cataluña, donde los dos principales partidos separatistas, al que también se sumó la coalición anticapitalista de la CUP, presentaron la moción con la que establecen la hoja de ruta para las negociaciones y en la que está de manera destacada tanto la ley de amnistía para eliminar cualquier antecedente penal y las condenas de algo más de cuatro mil personas procesados por su participación en los actos previos y posteriores a la declaración unilateral de independencia de octubre del 2017, que fue fallida. Además insisten en que para obtener el apoyo de los 14 diputados de ERC y JxCat es indispensable que el futuro gobierno adquiera un compromiso por “trabajar” a favor del referendo de autodeterminación.
El texto aprobado en el Parlamento catalán así lo dice: “El Parlament se pronuncia a favor de que las fuerzas políticas catalanas con representación en las Cortes españolas no den apoyo a una investidura de un futuro Gobierno español que no se comprometa a trabajar para hacer efectivas las condiciones para la celebración de un referéndum” Además advierten de “la necesidad de una ley de amnistía para dejar sin efecto aquello que se había tipificado como infracción penal o administrativa en relación con la defensa del ejercicio del derecho a autodeterminación de Cataluña”. Las mociones se votarán en la sesión de este viernes y saldrán adelante gracias a la mayoría que tienen las tres formaciones nacionalistas y a la que también podría adherirse En Comú Podem, que es la marca electoral en la región de la coalición de izquierdas nacional Sumar, que aspira a formar parte del gobierno de coalición con Pedro Sánchez.
El presidente de ERC, Oriol Junqueras, en un encuentro en Madrid con los diputados y senadores de su partido en el Congreso de los Diputados, insistió en esta idea: “No renunciaremos a negociar la celebración de un referéndum en Cataluña ni de reclamar que la ley de amnistía se apruebe cuanto antes, mejor”.
A pesar de que estas exigencias por escrito y en coordinación entre ERC y JxCat podrían complicar las negociaciones, el líder socialista Pedro Sánchez se mostró convencido de que “dentro de poco tiempo habrá un gobierno progresista tras la derrota de la propuesta reaccionaria del PP y Vox”.
Incidente en el pleno de Madrid
El nivel de crispación al que está llegando la política española está en cotas inéditas. Un ejemplo de ello es el incidente que ocurrió en el pleno del Ayuntamiento de Madrid, en el marco de un debate sobre la potencial ley de amnistía para beneficiar a los nacionalistas catalanes. El diputado socialista Daniel Viondi se acercó durante la sesión a la silla del alcalde de la ciudad, el conservador José Luis Martínez Almeida, y le propinó tres leves bofetadas en la cara. Viondi, que durante el debate se mostró fuera de sí y colérico, tuvo que entregar su acta de diputado a petición de la dirección regional del partido, que pidieron disculpas al alcalde y la opinión pública por lo que consideraron un “acto injustificable”.