Ciudad de México. México requiere duplicar la superficie de parques fabriles que tiene actualmente para absorber 2 por ciento de la planta productiva que existe en China, esa expansión obliga un crecimiento en el sector inmobiliario industrial, que el gobierno federal busca conducir hacia el sureste del país, en particular hacia los diez polos de desarrollo que se instalarán alrededor del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
Para el arranque de los primeros cinco polos de desarrollo del sureste, Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) se ha reunido con 30 empresas de los sectores petroquímico, agroindustrial, metalmecánico y automotriz, que planean su instalación en el país, informaron Ignacio Plancarte, director de Financiamiento a la Industria Maquiladora y de Exportación en la institución financiera y Roberto Revilla, director de Desarrollo Empresarial y Asistencia Técnica también en Nacional Financiera.
En esa carrera de la relocalización de empresas a nivel mundial (nearshoring), México tendría que crecer su terreno industrial a una velocidad sin precedente, sólo duplicarlo, de ahí la “gran oportunidad” de recibir inversiones, financiar infraestructura, y atraerlas a plazas fuera de los centros tradicionales de producción, como la frontera norte o la zona centro del país, que ya están saturados y cuyo costo es alto, explicaron los directivos.
Plancarte expuso que, de acuerdo con estimados, el área industrial rentable en China es 50 veces la que existe en todo México (alrededor de 90 metros cuadrados). Plantear la atracción de 2 por ciento de plantas chinas hacia el país, significa “duplicar el tamaño actual” de parques productivos.
En esa potencial demanda se cuenta la “gran oportunidad en el sureste (…) sí, se requiere espacio y exactamente lo están encontrando en el sureste”, acotó Revilla; de ahí las inversiones gubernamentales que se están aplicando alrededor del Tren Maya y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, como columnas de desarrollos en la región.
En una reunión con medios para dar a conocer las opciones de financiamiento y servicios que dan Bancomext y Nafin, en particular al sector inmobiliario industrial para aprovechar la relocalización, Plancarte explicó que las naves funcionan como un indicador adelantado de la economía, “no es capital golondrino”, es dinero que se aplica en forma de infraestructura que tiene un vida útil de entre 50 y 70 años.
De ahí que se han vuelto el principal cliente en la cartera de primer piso que tiene Bancomext, 16.7 por ciento del financiamiento está en el sector inmobiliario industrial y sin casos de impago. A la fecha, detalló, este servicio ha tenido 84 beneficiarios directos, se ha materializado en la construcción de 632 naves cuya superficie es proporcional a 2 mil campos de fútbol.
Se estima que con la relocalización, el mercado inmobiliario industrial podría crecer hasta 20 por ciento anual en los próximo 3 años, lo que significa una inversión de 7 mil 500 millones de dólares.
En el financiamiento de parte de esa expansión, Bancomext afirma que en 2024, el recurso que colocará en el sector tendrá un avance mínimo de 8 por ciento, pero puede alcanzar 12 por ciento. “No hay límite”.
Anualmente se ha financiado con 10 mil millones de pesos el sector inmobiliario industrial, para el próximo año se espera que no sea menos de 15 mil millones de pesos, a través de “trajes a la medida” para cada cliente.