Teotihuacan, Méx. Con la instalación de una máquina perforadora para el estudio de mecánica de suelos comenzaron los trabajos de protección integral y cubierta de la pirámide de la Serpiente Emplumada de la Zona Arqueológica de Teotihuacan (ZAT), que buscan detener el alarmante y acelerado proceso de deterioro que se ha registrado en los últimos 18 años en dicho templo.

Desde hace unos días trabajadores instalaron una máquina perforadora a unos pasos del templo de Quetzalcóatl, del lado derecho, entre los dos monumentos arqueológicos.

De la ruidosa máquina, de unos 10 metros de altura, sobresalen grandes tubos y varias mangueras, lo cual causa sorpresa y expectación entre los turistas.

El director de la ZAT, Rogelio Rivero Chong, informó que la empresa ganadora de una licitación instaló ese equipo para realizar los estudios de mecánica de suelos, que son los trabajos preliminares para el proyecto.

En días anteriores, el funcionario informó que en breve se hará el anuncio para la campaña de procuración de fondos con el fin de construir la cubierta, y en octubre comenzarán los trabajos para erigir la protección.

Rivero Chong sostuvo que, una vez edificada la cubierta, se intervendrá el templo de Quetzalcóatl con un proyecto de conservación para detener su deterioro. Más o menos en un lapso de tres años se llevará a cabo el proyecto exclusivamente enfocado en la conservación.

Inversión de más de 50 mdp

El 20 de septiembre del año pasado, autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) dieron a conocer que la empresa Estudios Dos Puntos Arquitectura fue la ganadora, entre más de 100 propuestas, de la convocatoria para el concurso internacional a fin de diseñar el sistema de protección integral de la pirámide de la Serpiente Emplumada.

Ese día, el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, señaló que se esperaba culminar la construcción en 2024, cuyo costo se estima en más de 50 millones de pesos.

Explicó que para la selección del ganador se contó con un jurado que recibió y analizó 113 propuestas, procedentes de Brasil, Italia, Japón y México, de las cuales 17 fueron elegidas al cumplir con los expedientes completos, después se redujo el número a 12 y finalmente tres llegaron a la selección final.

Javier Moctezuma, representante de Estudios Dos Puntos Arquitectura, la empresa ganadora que cuenta con 26 personas, explicó entonces que la estrategia estaba dirigida a cubrir la fachada de la pirámide para protegerla del sol, de la lluvia y el granizo, controlar la humedad interna, redirigir el agua, mejorar la absorción del suelo, disminuir la velocidad del viento a fin de evitar las erosiones y continuar con los trabajos de conservación, conformación y monitoreo que se requieren antes, durante y después de los trabajos proyectados.

Apuntó que la cubierta abarcará una superficie de la pirámide de 700 metros cuadrados, con 30 metros de largo por 26 metros de ancho y se utilizará un material sumamente ligero llamado ETFE, 10 veces más liviano que el vidrio y con mayor durabilidad.

Destacó que se estima que el material tiene mínimo 30 años de durabilidad y es de fácil de mantenimiento, ya que es una membrana plástica, la cual hace que toda la suciedad se resbale con la primera lluvia.

“El material viene en módulos y es fácil de quitar. Si uno de los módulos tiene alguna afectación, se quita y se pone otro, y además, tiene la particularidad de que se puede pedir la película que deseemos, es decir, en esta capa puede venir una impresión que puede amortiguar el asolamiento que caiga sobre la fachada poniente. Deja pasar la iluminación, pero no los rayos UV; la cubierta tiene la intención de mitigar el cambio de temperatura que tienen las piedras, la cual oscila de cero a 50 grados durante el día.

La cubierta propuesta tiene la característica de estar solamente apoyada en la pirámide adosada; esto hace que no se toque la pirámide. La estructura tiene la virtud de ser reversible, ligera, eficiente y con bajo impacto en cimentación, resistente a sismos y al viento. Requiere poco mantenimiento y crea la máxima protección con los mínimos elementos. Es de bajo impacto visual y prácticamente no se visualizará a menos de que lleguemos a los laterales de la pirámide, subrayó Moctezuma.