Madrid. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) advirtió que el flujo "sin precedentes" de personas que atraviesa América requiere de una mayor colaboración entre los gobiernos de Centroamérica y el de México, de tal manera que se garantice la asistencia humanitaria de miles de personas.
El Tapón del Darién, una peligrosa selva que conecta Colombia y Panamá, registró en lo que va de año más de 390 mil cruces y, sólo en agosto, 82 mil personas atravesaron esta zona, una cifra mensual sin precedentes. En su mayoría, se trata de origen venezolano, ecuatoriano y haitiano.
Cada vez más, los migrantes cubanos y de origen africano intentan evitar esta ruta y llegar por aire directamente a Centroamérica. En el caso de los migrantes de África, cruzaron el Darién 4 mil 100 personas, un 65 por ciento menos, mientras que las llegadas a Honduras se han disparado por encima de las 19 mil 400, un 553 por ciento más.
La directora regional de la OIM, Michele Klein Solomon, advirtió que estas cifras ponen de manifiesto la "urgente" necesidad de que haya "una participación colectiva", lo que debería implicar a países de origen, tránsito y destino.
La agencia señala que en la ruta los migrantes no sólo pueden perder la vida, sino que también están expuestos a actos de violencia, robo y abusos sexuales. También pueden sufrir hambre o dormir en la calle, ya que en gran parte de los casos las familias se quedan sin recursos y en ocasiones obligadas a mendigar.
Las autoridades de los países afectados han admitido una presión inasumible en algunos casos, como apuntó el martes el presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, al anunciar la declaración de la emergencia nacional. Por ello, Naciones Unidas confía en un enfoque regional común.
El director de la OIM para Sudamérica, Marcelo Pisani, señaló que "los desafíos de la migración son demasiado intensos como para que cualquier nación en América pueda combatirlos aisladamente", por lo que abogó por poner en marcha una "estrategia regional cooperativa integral" que tenga en cuenta las obligaciones humanitarias y los Derechos Humanos.