Ciudad de México. Para el jefe del Ejército, Luis Cresencio Sandoval, el poseedor de valiosos datos sobre el paradero de los 43 normalistas de Ayotzinapa es Gildardo López Astudillo, alias El cabo Gil, señalado como uno de los principales autores materiales de la desaparición y miembro del grupo criminal Guerreros Unidos.

De acuerdo con el general, El Gil mantuvo una conversación telefónica con el subdirector de la policía municipal de Iguala, Guerrero, Francisco Salgado Valladares, sobre el destino de 17 de los estudiantes, mientras ocurrían los hechos.

Esta recomendación del titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) está plasmada en una carta e informe que entregó al presidente Andrés Manuel López Obrador el 25 de septiembre de 2023, y que forma parte del paquete de materiales que el gobierno federal presentó el pasado lunes a los padres de los estudiantes, donde el general admite que la principal exigencia de las familias es conocer dicha conversación.

“Es importante resaltar que se estima que la principal exigencia de dichos documentos versa sobre la necesidad de conocer de manera completa la conversación donde un miembro del grupo criminal Guerreros Unidos, de nombre Gildardo López Astudillo, instruye al subdirector de la policía municipal de Iguala, Francisco Salgado Valladares, le haga entrega de 17 estudiantes en un lugar determinado”, explica en su reporte Sandoval.

Ayer por la mañana, en Palacio Nacional, el presidente López Obrador insistió en que toda la información del caso se daría a conocer horas más tarde, incluyendo esa conversación; sin embargo, en el informe del titular de la Defensa ésta no aparece y se limita a recomendar que se busque e interrogue a El cabo Gil –liberado en 2019– para obtener los detalles.

Este presunto líder criminal puede proporcionar mayor información, en virtud de las conversaciones (mensajes/chats) proporcionadas por la DEA, en las cuales se advierte que López Astudillo fue uno de los orquestadores y autores materiales de la desaparición de los estudiantes, indica el jefe militar.

Un fragmento de dicha conversación fue consignado textualmente en la Narrativa de los hechos de acuerdo con la investigación realizada, elaborada por la fiscalía especial para el caso Ayotzinapa y la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia, también presentada a los padres.

En tanto, en su carta de nueve cuartillas, el secretario de la Defensa reitera que se hizo una nueva búsqueda de archivos solicitados por los familiares de las víctimas, sin que hasta el momento se hayan encontrado o localizado documentos adicionales a los que ya fueron entregados.

Agrega que se revisó documentación entregada anteriormente, identificándose cinco oficios con los números CRFI/687, CRFI/695, CRFI/1194, CRFI/1363 y CRFI/1375, que las familias han señalado no se les habían proporcionado; sin embargo, el mando militar enfatiza que sí se los dieron. En ellos, se hace alusión a narraciones sobre momentos de los hechos de diversos actores no identificados.

Ante la inconformidad de los familiares, quienes han denunciado que el Ejército no ha entregado la documentación completa, Sandoval subraya, en su reporte, que han dado respuesta, ampliado información y enviado diversas evidencias documentales en tiempo y forma.

El informe incluye además 40 hojas de documentos oficiales y fotografías en las que el mando castrense intenta hacer patente la cooperación del Ejército en la investigación sobre el caso.

También incluye una carta que el Presidente dirigió al titular de la Defensa el 26 de mayo pasado, en la cual solicita su apoyo para la vigilancia de 16 elementos de tropa, oficiales y mandos de esa dependencia, con el propósito de que, si se autorizan las respectivas órdenes de aprehensión, no puedan fugarse ni tratar de evadir los procesos judiciales.

En su informe, el secretario de la Defensa anexa la respuesta que dio el 31 de mayo a esa instrucción del mandatario, donde aclaró que no tenía el control sobre un general, un oficial y tres elementos de tropa, porque estaban en situación de retiro; mientras que otros tres de tropa causaron baja, uno por deserción y dos por solicitud.

Por ello, agrega, sólo podría colaborar en el caso de ocho elementos de tropa en activo, respecto de los cuales se ejercerá el control administrativo conforme a las leyes y reglamentos militares, con la certeza de que esta secretaría no tolera ni encubre al personal militar que transgrede la ley.