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Rechaza Parlamento español investidura de Feijóo en primera votación

27 de septiembre de 2023 09:30

Madrid. Alberto Núñez Feijóo, líder del derechista Partido Popular (PP), perdió de forma inequívoca en la primera votación de su investidura como presidente del gobierno, con 178 votos en contra frente a los 172 a favor. El conjunto del bloque progresista más las dos formaciones nacionalistas de derechas -el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Junts per Catalunya (JxCat)- cerraron el paso a un posible gobierno de coalición entre el PP y la extrema derecha de Vox, su principal aliado, al tiempo que se abre la puerta a una futura investidura de reelección del actual presidente del gobierno en funciones, el socialista Pedro Sánchez, quien durante el debate parlamentario se ha mantenido en silencio y sin explicar sus potenciales acuerdos con el separatismo catalán de cara a una futura ley de amnistía y de celebración de un referendo de independencia.

No hubo sorpresas, si acaso algún susto en la bancada socialista por la confusión de un diputado, que en lugar de votar “no” a la investidura de Feijóo votó “sí” por equivocación, pero que luego puedo corregir gracias a que habían pronunciado mal su apellido. Más allá de ese pequeño sobresalto, todo salió según lo previsto: el bloque de la derecha y la extrema derecha, al que se sumaron los dos diputados de Coalición Canaria (CC) y Unión del Pueblo Navarro (UPN) votaron a favor de la investidura y en total sumaron 172 sufragios de respaldo a Feijóo.

El resto del Parlamento se pronunció en contra: el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), con 121; Sumar, con 31; Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), con siete; Junts per Catalunya (JxCat), con siete; EH-Bildu, con seis; Partido Nacionalista Vasco (PNV), con cinco; y Bloque Nacionalista Galego (BNG), con uno. En total sumaron 178 votos en contra, que cerraron el paso al que hubiera sido el primer gobierno de coalición de la derecha con la extrema derecha de Vox, una formación política que se muestra orgulloso del “legado” de la dictadura franquista, que no reconoce la existencia de la violencia machista, que tampoco asume los efectos del cambio climática en el medio ambiente y que reclama la expulsión fulminante del país de los extranjeros que no tengas sus papeles migratorios actualizados.

El debate de investidura inició el pasado martes, en una primero sesión que se prolongó más allá de las ocho horas, y en el que no se produjo el esperado cara a cara entre el líder del PP y el actual presidente del gobierno en funciones, el socialista Pedro Sánchez, que obtuvo el segundo lugar en las elecciones del pasado 23 de julio y que se negó a subir a la tribuna para debatir con Feijóo. El dirigente socialista optó por enviar en su nombre a un diputado y ex alcalde de Valladolid, Óscar Puente, mientras que el presidente del gobierno en funciones se mantuvo en silencio durante todo el debate, un hecho inédito en la historia reciente del país.

Feijóo perdió la votación de investidura, un hecho cada vez más común en el sistema parlamentario español: de los últimas cinco debates de investidura, tres han terminado en fracaso y dos han salido adelante. Antes de Feijóo, sólo el actual presidente del gobierno en funciones había perdido en hasta dos ocasiones su intento de ser investido, como ocurrió en los años 2016 y 2019, cuando tan sólo tenía el respaldo de 121 y 125 diputados, respectivamente.

El segundo de debate de investidura inició con el discurso de la vocera de EH-Bildu, Mertxe Aizpurúa, quien se advirtió a Feijóo que su grupo parlamentario en ningún caso le votará por tres motivos: por su defensa del antifascismo, por la lucha a favor de la clase trabajadora y obrera, y por su aspiración de construir una nueva República vasca independiente del Estado español. “Usted no cree en la dignidad, la paz, la convivencia y la reconciliación, un proceso muy difícil, tremendamente difícil, que necesita de mucha empatía y de mucha valentía y de poco rencor y odio”, le explicó Aizpurua a Feijóo, al que acusó de creer que “la ciudadanía vasca está enferma por cómo vota, por cómo piensa, por cómo siente y cómo quiere construir su presente y futuro. Ni la entienden ni la respetan”.

Feijóo le respondió que no tener sus votos a favor era “un orgullo” y le reclamó una “disculpa pública” por el supuesto apoyo de la formación separatista vasca a las actividades de la organización armada vasca ETA en el pasado y a más de cinco años de la disolución de este grupo.

El aspirante del PP, al perder en la primera votación, en la que se exige la mayoría absoluta para salir adelante, ahora tendrá una segunda oportunidad el próximo viernes, cuando se celebrará una nueva votación en la que la investidura podría salir adelante con una mayoría simple, es decir con más votos a favor que en contra. En cualquier caso, todo indica que el resultado será idéntico, es decir 172 votos a favor frente a los 178 en contra del resto del Congreso.

El siguiente paso para desbloquear la gobernabilidad del país será la convocatoria de una nueva ronda de consultas por parte del Rey de España, Felipe VI, previsiblemente para el próximo lunes, a la que acudirán todos los grupos parlamentarios que así lo deseen. Una vez concluida la ronda -a la que por voluntad propia no asistirán las formaciones nacionalistas catalanas y EH-Bildu-, el monarca, en su calidad de jefe del Estado, podría proponer un nuevo candidato, que sería Pedro Sánchez, al haber obtenido el segundo lugar en los comicios de julio pasado. A partir de ahí se iniciará la cuenta atrás para la negociación de la investidura, en la que estará sobre la mesa la futura ley de amnistía y la aprobación de una reforma que permita el referendo de autodeterminación, con la que los independentistas pretenden construir un nuevo modelo político y territorial en el país.

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