La Compañía de Teatro Interdisciplinaria Código de Barras, que nació en Colima como un club-taller de teatro, es el sueño
de Manuel Acosta, originario de Ciudad Guzmán, Jalisco.
La agrupación que dirige el actor, diseñador de vestuario, cuenta cuentos, titiritero y conductor tiene 14 años de llevar el arte histriónico y sus expresiones circundantes a varios escenarios con un esquema de producción independiente y 30 producciones en su haber, algunas de las cuales han sido presentadas en entidades como Jalisco, Michoacán, estado de México, Zacatecas, Sinaloa, Durango y Ciudad de México.
La compañía es un proyecto formativo al cual son invitados especialistas y egresados de las escuelas profesionales de arte para un entrenamiento continuo enfocado en la puesta escénica interdisciplinaria. Código de Barras hace como las compañías itinerantes al llevar divertimento a sitios de difícil acceso. Es decir, lleva cultura y teatro a las comunidades o rancherías a donde difícilmente podría llegar.
Mi sueño era tener una compañía que fuera a todos los municipios colimenses, a esas comunidades que de plano estaban desérticas en el ámbito de la cultura, y ese fue uno de los objetivos que nos planteamos y, por fortuna, los hemos cumplido
, dice Acosta a La Jornada.
Del 5 de octubre al 9 de noviembre de este año, presentará en La Teatrería la puesta en escena La parábola del trueque, adaptación del cuento homónimo de Juan José Arreola, en la cual, haciendo mancuerna con Alex Sarabia y el músico Ismael Rojas, interpretarán en el proscenio una obra de crítica social hacia el feminicidio, la trata de personas, el racismo y el machismo.
Son temas que, desafortunadamente, están más que vigentes y nosotros, como compañía, queremos que el público reflexione sobre lo que está sucediendo hoy día en nuestra sociedad
, mencio-nó Acosta.
La trouppe se inició como juego y se le fueron sumando personas que aportaban con su especialidad; así llegó a ser una compañía profesional que mantiene una sede alterna en la CDMX, además de la que ya tenía en el estado que la vio surgir.
Manuel refiere que, a lo largo de su trayectoria, la compañía ha experimentado con todo. Han montado teatro infantil hasta musical, también cosas muy experimentales como títeres para que el grupo tenga otras maneras de con-tar historias.
Adiós al centralismo cultural
Hacen obras –algunos clásicos como Sueño de una noche de verano, de Shakespeare; Hansel y Gretel de los hermanos Grimm o Viaje a Oz, de L. Frank Baum– tales como las tienen planeadas para que la gente que no tiene la posibilidad de apreciar teatro por el centralismo de la cultura, las vea igual que si asistieran a verlas en un teatro establecido.
Y para ello han recorrido no sólo escenarios de la capital como La Capilla o el Teatro Tepeyac, sino algunos foros de municipios colimenses de Tecomán, Villa de Álvarez, Comala, Manzanillo, Cuauhtémoc, Armería e Ixtlahuacán, entre otros. Periplos que a decir de Manuel Acosta, lo han enriquecido.
Una ocasión, cuenta una anécdota, en un pueblo cercano al volcán de Colima, iban a dar una función. La obra era un montaje para niños, pero a los miembros de la compañía nunca les dijeron que en la audiencia no había niños. De hecho, en la comunidad sólo había adultos mayores. Al momento de dar la función de Hansel y Gretel, cuya escenografía se montó bajo de una higuera, la magia surgió: “personas que al inicio se apreciaban como ‘insensibles’ se convirtieron en niños”.
“Vimos ello en su mirada –asegura Acosta–, y por eso esa sensación de la magia la queremos seguir replicando, porque como la anterior, fueron varias experiencias similares, con personas que descubren lo que es una obra de teatro por vez primera, y eso para nosotros es maravilloso, porque el teatro puede construir”.
–Como actor ¿dialoga con su niño interno?
–Siempre está muy presente en mí–, responde el egresado del Instituto Universitario de Bellas Artes de la Universidad de Colima y Premio Estatal de la Juventud 2014 por méritos artísticos, en Colima.
Ese niño, conmigo, tiene mucho brillo. Es como si fluyera natural en mí, me da energía. Jugamos a la ficción y es algo que te hace entrar a otro mundo y todo el tiempo estás jugando y recordando tu infancia
, comenta.
Sabe que la autogestión es complicada, pero como creador quieres hacer de todo y por eso buscamos los espacios para no desaparecer y tener en CDMX otra sede
.
Lo que lo impulsa a seguir es el compartir con el público lo que hemos aprendido. Nuestra compañía ha sido semillero actoral para jóvenes. Es lo más importante: formar a nuevos histriones. Todos hemos pasado por la etapa y es esa sensación de agradecimiento tras ver a esa semilla que plantas crecer no tiene precio
.
No obstante su ánimo, reconoce: Es difícil ser una compañía independiente, a veces hay apoyos, a veces no. Como ya tenemos 14 años, hemos ido creando un fondo con las funciones. Se les paga a los actores y otro se guarda para seguir produciendo.
Código de barras es una compañía interdiciplinaria porque no sólo hace textos dramáticos. Usamos artes plásticas, arte sonoro, la danza y hemos ido incluyendo todo. En la compañía tenemos maestro de canto, baile y los integrantes toman talleres para usar esas herramientas y comenzar a montar y empaparmos de las demás artes
.
Afirma tener mucho interés en que se conozca en la Ciudad de México el trabajo que hemos hecho
; aunque ya habían puesto, antes de la pandemia, en el Tepeyac, El Principito, y después lo propio en La Capilla. con una versión de teatro de papel de Hansel y Gretel.
Código de Barras monta La parábola del trueque, dirigida por Gabriel Negrete, del 5 de octubre al 9 de noviembre de este año. El escenario que cobijará a este montaje, que se escenificará todos los jueves a las 20 horas, es La Teatrería, ubicada en la calle de Tabasco número 152, en la colonia Roma. La temporada constará de seis funciones semanales. Tras éstas, la compañía desea llevar la puesta en escena a Colima, ciudad de origen de la misma, además de Guadalajara, Jalisco.
Queremos hacer una temporada en Colima, que es donde fundamos la compañía de teatro, y posiblemente en Jalisco, haciendo honor a Juan José Arreola, estado de donde él es originario
, agregó.