Frente al incremento del número de personas migrantes que llegan al sur del país, “miles de ellas estancadas en asentamientos en varias ciudades sin servicios básicos sanitarios, de agua o saneamiento”, Médicos Sin Fronteras (MSF) hizo un llamado a redoblar los esfuerzos, tanto por parte de las autoridades como del resto de organizaciones, para cubrir las necesidades de esta población.
Alertó sobre las condiciones “insalubres y precarias” en las que se encuentran, entre ellas mujeres embarazadas y niñas, niños y adolescentes.
Señaló que particularmente interviene en el campamento Viva México, en Tapachula, Chiapas. “En un lugar en condiciones insalubres, una isla en medio de carreteras, al lado de un canal de agua sucia y donde las personas migrantes quedan estancadas durante días antes de poder seguir su trayecto”, explicó Gemma Domínguez, coordinadora de la organización en el país. “Allí hace falta más ayuda y el traslado de esta población a un lugar habitable en condiciones dignas”, añadió.
MSF puntualizó que dicho lugar alberga una media diaria de alrededor de 600 personas migrantes “que malviven allí entre cinco y diez días en promedio”.
Desde el 17 de agosto, cuando se inició la intervención, “mil 972 personas han recibido atención médica primaria, 58 han psicológica individual y 540 han participado de actividades psicoeducativas. Así mismo, mil 368 han participado en grupos de promoción de la salud y 483 han recibido orientación social. Al día de hoy funcionan 7 puntos de suministro de agua, 10 letrinas y 4 duchas disponibles para la población migrante que circula por el lugar”, detalló.
Durante la atención se registran principalmente casos de diarreas, enfermedades respiratorias y de la piel, que son causadas por las condiciones de vida en el campamento.
“Vemos mujeres embarazadas, niños y niñas de pocos meses, ancianos… las necesidades son muchas, el perfil del migrante ya no es un hombre joven que viaja solo, sino familias enteras, mucho más vulnerables. El acceso a comida, agua, higiene y letrinas es limitado y deficiente. Nos preocupa la salud de cada uno de ellos, pero también el riesgo de brotes epidémicos, por ello pedimos cambiar su ubicación”, dijo Karolix Zambrano coordinadora del proyecto en Viva México.
Sin embargo, según Domínguez, a lo largo de todo el país hay más localidades, que la organización ha visitado, como en Chiapas y Oaxaca, “en condiciones igualmente precarias, inhumanas en las que familias enteras con niños muy pequeños se encuentran sin acceso a techo, a comida, a agua, a higiene mínima, a servicios básicos. Son necesidades fundamentales que nadie cubre en muchos lugares del sur, pero que el aumento de migrantes que estamos viendo propicia que queden también sin cubrir en el norte”.
En este sentido, MSF anunció que analizará la expansión de sus actividades a otros lugares en los que las personas migrantes se encuentran en similar situación.
Domínguez subrayó en que es necesario tener en cuenta que migrar no es un delito, que las legislaciones restrictivas a la migración y su criminalización solo causan mayor sufrimiento humano y por ello la organización demanda políticas en las que se prioricen la dignidad y la protección de la población migrante.