Monterrey, NL. El proyecto de Monterrey VI, para traer agua de la Huasteca Potosina a Monterrey, además de oneroso, por el momento es inviable, ya que en primera instancia tendría que realizarse un nuevo Manifiesto del Impacto Ambiental (MIA), las afectaciones socioeconómicas que implica y la disponibilidad de agua que se tiene.
Así lo manifestó Francisco Peña de Paz, maestro investigador del Colegio de San Luis Potosí (Colsan), quien dijo que el agua tendría que traerse de Las adjuntas, donde confluyen los ríos Tampaón, Moctezuma y Pánuco, después a Monterrey, mediante un acueducto a lo largo de 384 kilómetros.
Previo a su participación en el Segundo Congreso del Agua para el Bien Común, organizado por el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) y la Universidad Autónoma de Nuevo León, el investigador dijo lo anterior.
Antes de suspenderse el proyecto Monterrey VI, el costo de la obra, era de 70 mil millones de pesos y el ex gobernador Jaime Rodríguez Calderón lo suspendió en definitiva.
Ahora de nueva cuenta surgen voces a favor de reactivar este proyecto, ante lo cual el investigador potosino se dijo sorprendido de que el Acueducto Cuchillo II, no satisfaga el abasto de agua para la zona metropolitana de Monterrey.
Dijo, nos sorprende que pese a los esfuerzos del gobierno federal, por mejorar el abasto de agua para la zona metropolitana de Monterrey, mediante la construcción del Acueducto Cuchillo II, no sea suficiente.
Indicó que debe revisarse la operatividad del organismo encargado del manejo del agua, a fin de detectar cuáles son los problemas para satisfacer la necesidad de agua a la zona metropolitana de Monterrey.
Indicó que deben detectarse la fugas existentes a lo largo del primer acueducto del Cuchillo, pues de acuerdo a información que le han compartido otros investigadores locales, más del 50 por ciento de los 5 metros cúbicos por segundo que debería proveer, poco más del 50 por ciento se pierde por el deterioro de las tuberías.
El caudal actual debería ser suficiente para satisfacer la demanda de la población metropolitana de Nuevo León, pero a mi juicio, una mala planeación urbana y el crecimiento vertical dificultan el abasto, dijo el investigador.
Insistió en que traer el agua de otra cuenca, distante a 384 kilómetros de distancia, le parece una opción cara, inviable de momento y que además afectaría a pobladores de la Huasteca Potosina.
De acuerdo a mi experiencia, dijo, los grandes proyectos de infraestructura hidráulica, se traducen en fracasos y sólo contribuyen a engordar los bolsillos de inversionistas privados.
Puso por ejemplo el acueducto de El Realito, en San Luis Potosí, que no resolvió el problema de abasto de agua para la población; es un acueducto de 140 kilómetros que parte del río Santa María, en los límites de San Luis Potosí y Guanajuato.
Las necesidades de San Luis han variado, hay nuevos asentamientos humanos, la zona industrial ha crecido, y desde el 2015 en que fue construida por Enrique Peña Nieto, ya se han detectado 54 fallas y esta presa solo provee un metro cúbico por segundo.
Mencionó que el proyecto Monterrey VI pretende extraer de esta zona de la Huasteca, 15 metros cúbicos por segundo, pero las condiciones han variado, hay comunidades que resultarían afectadas, además de que se tendrían que hacer nuevos estudios para el Manifiesto de Impacto Ambiental, pues el que se hizo durante la gestión de Rodrigo Medina quedó invalidado al paso del tiempo, y ahora resultaría mucho más costoso que cuando se planteó por primera vez.